Pedro Sánchez: «Sería un fracaso no ganar las elecciones»

M. CHEDA REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2016

MARCOS MÍGUEZ

«Lo que menos me importa es mi futuro, me importa el de los españoles. Otros 4 años del PP serían más desigualdad»

11 dic 2015 . Actualizado a las 15:15 h.

En la semana en que todos sus oponentes quisieron convertirlo en saco de boxeo, Pedro Sánchez (Madrid, 1972) se viene arriba: todo lo que no sea ganar el 20D supondrá un fracaso para él. No obstante, el aspirante del PSOE a la Moncloa elude aclarar qué hará si no consigue ese objetivo.

-¿Cómo sería su España?

-España tiene cuatro desafíos: la falta de oportunidades, la desigualdad, la falta de confianza en las instituciones y la corrupción, y la crisis de convivencia, cuyo epicentro es Cataluña.

-Eso es solo diagnóstico.

-Pero es importante para situarnos. España debe tener un Gobierno que piense en la mayoría y que haga posible una España de las oportunidades y recupere los derechos y las libertades perdidas durante estos cuatro años.

-¿Y resulta creíble esa España estando tan cerca aún la de Zapatero, la del paro desbocado, la congelación de pensiones, la bajada salarial al funcionariado..?

-Visto en perspectiva, es evidente que ni Zapatero fue el responsable de la quiebra de Lehman Brothers ni Rajoy lo es de la caída del precio del petróleo.

-Si la nave va sola, según el rumbo de los ciclos económicos, ¿para qué promete usted nada?

-No, no, no. Es la respuesta que se da ante la crisis, por ejemplo. El Gobierno socialista hizo un ejercicio de austeridad sin tocar los pilares básicos del Estado de bienestar y Rajoy ha utilizado la crisis como excusa para hacer lo que realmente quería hacer.

-Cuando Zapatero hizo aquellos recortes, en mayo del 2010, adujo que estaba presionado para reducir el déficit por la Comisión Europea, que estos días vuelve a la carga. ¿Será usted también sumiso ante esas exigencias?

-No. Vamos a ver... Lo que ha pasado en este país es que, por primera vez en la historia de la democracia, un Gobierno que está mandatado para aprobar cuatro presupuestos aprueba cinco. Y resulta que, nada más aprobar los quintos, la Comisión Europea dice que son mentira, y que va a exigir un recorte de diez mil millones para cuadrar las cifras...

-No se vaya por las ramas...

-Yo, como nuevo presidente del Gobierno, iré a Bruselas y les diré: «Señores, nosotros estamos comprometidos con la estabilidad presupuestaria, que es un principio de la socialdemocracia desde 1940, pero, teniendo en cuenta que nuestro compromiso es llegar al final de la legislatura con un déficit del 1 % del PIB, tenemos que construir una senda mucho más realista con el estado de las cuentas públicas, el ciclo económico y las desigualdades que existen en el país.

-¿No hay plan B?

-No.

-En Bruselas también se hablará de la intervención militar en Siria. ¿Usted iría a esa guerra?

-En esa guerra nos ha metido el Daesh a todos. La cuestión es cómo respondemos con inteligencia al desafío. A mí me gusta llamarlo combate, no guerra. Porque la lucha contra el terrorismo, al final, exige sobre todo servicios de contrainteligencia, cooperación policial y judicial, diálogo con la comunidad musulmana... En Siria, la Liga Árabe, los países musulmanes, tienen que enfrentarse al Daesh.

-O sea, España no. Es decir: si le llaman los socialistas franceses...

-Pero los socialistas franceses han dicho que no van a desplegar tropas en Siria...

-Pero la están bombardeando. ¿Si le piden apoyo para eso?

-Nosotros vamos a ser solidarios con Francia.

-¿De qué modo en concreto?

-Bueno, yo le diría a Hollande que respeto mucho su posición, que España es solidaria, pero que entiende que la mejor forma de combatir al Daesh es no llamarlo guerra, sino combate. Y en el combate nosotros tenemos experiencia, porque hemos sufrido el terrorismo de ETA y el yihadista, y sabemos que solo con contrainteligencia, con cooperación policial y judicial y cortando el grifo al tráfico de armas y a la financiación de los terroristas es como se les derrota. En Irak y en Siria quien tiene que responder a esa amenaza son las tropas de los países musulmanes.

-Otra guerra, la de ustedes. Desde fuera da la sensación de que hay dos PSOE: el suyo y el de los que están aguardando con el cuchillo en la boca a que se la pegue. ¿Es así o solo lo parece?

-No, en absoluto. Estamos todos volcados en ganar las elecciones. Hay una mayoría de españoles que no quiere cuatro años más de Rajoy, y razones hay.

-Sin salir de Galicia, están haciendo ustedes tres campañas en paralelo: una el secretario general, otra José Blanco y otra Caballero. Mucha unidad no transmiten...

-Esto que dice, la verdad, honestamente, se lo digo yo que lo vivo en el día a día, no lo percibo.

-Así que el PSOE está unido...

-El PSOE está unido como lo está la sociedad española en lo siguiente: tenemos que poner fin a cuatro años de Mariano Rajoy, un presidente cuyo balance se resume en paro, desigualdad y corrupción. Ha confundido mayoría absoluta con absolutismo. Ha gobernado solo y frente a todos. Ha pasado de la mayoría absoluta a la soledad absoluta.

-¿Cómo de lejos se ve usted de ocupar su lugar en la Moncloa?

-Muy cerca.

-¿De verdad? Las encuestas...

-Las encuestas encuestas son, y es evidente que hay un porcentaje muy elevado de indecisos. Y esos indecisos saben que el PSOE tiene la suficiente humildad y sabiduría como para saber reconocer sus errores, ponerse en pie y decir: «Somos un partido con una gran historia, pero, sobre todo, con un proyecto futuro». Enfrente, Rajoy no hace nada, solo se esconde y esconde sus fracasos. Y los emergentes no tienen ningún referente internacional, ni equipos, ni historia...

-¿No saldrá usted también con eso de que hace falta ser edil?

-No, pero son importantes las referencias. ¿Podemos a qué familia pertenece? ¿A cuál? ¿A la de Tsipras? ¿A aquella que dijo que el cambio empezaba en Grecia y acabó con un rescate, el corralito y la privatización del sector público? Nosotros tenemos proyecto y equipos renovados, y eso es la garantía del cambio.

-Para ese cambio, para desalojar a Rajoy de la Moncloa, primero se mostró dispuesto a pactar con cualquiera y luego dijo que nunca había hablado de ese frente anti PP. ¿En qué quedamos?

-Ni una cosa ni la otra. El único cambio posible en nuestro país es el PSOE porque, como el PSOE no gane las elecciones y las derechas, la de Rivera y la de Rajoy, sumen, va a pasar lo que en Madrid, Murcia, Castilla-León y La Rioja. Eso es lo que va a pasar. No votar al PSOE es regalar el voto a Rajoy, al partido del paro, de la desigualdad y de la corrupción. Yo salgo a ganar las elecciones...

-¿Si no las gana, no gobernará?

-¿Y por qué no voy a ganarlas?

-Es una pregunta. Del mismo modo que habla de cómo sería su España gobernando, puede hablar de su país en la oposición.

-Por supuesto, y es una pregunta que respeto.

-Que respeta y que no responde...

-Respete también que, si yo estoy corriendo en esta campaña electoral, la única meta que tenga sea ganar las elecciones. Entre otras cosas, porque lo que menos me importa es mi futuro, me importa el futuro de los españoles. Y cuatro años más de Rajoy harán España más desigual.

-Dice que Ciudadanos es la derecha. De lo cual se deduce que jamás pactará con ellos, ¿no?

-Se lo pongo en otro sentido: el problema es que, si las derechas suman, se entenderán. Y, por tanto, el único partido que hoy puede ganar las elecciones a esas dos derechas es el PSOE. Lo que yo le digo a todos los votantes progresistas, de izquierdas y de centro, es que primero, antes de hablar de pactos, asegurémonos de que la primera fuerza es el PSOE. Y luego yo, cuando gane las elecciones, haré lo contrario a lo que ha hecho Rajoy, que ha gobernado solo y frente a todos.

-¿Dónde está en este 20D para el PSOE la frontera del fracaso?

-En no ganar las elecciones.

-¿El simple hecho de no ganar al PP sería para usted un fracaso?

-Claro.

-¿Y el fracaso cómo se asume?

-Pues, hombre, en fin... Insisto, permítame primero que haga la campaña y los españoles decidan.

-Póngase en este supuesto...

-Espero que sea positivo.

-Esos ya están tratados. El supuesto: el PSOE es tercera fuerza en las urnas. ¿Se va a casa?

-Mire, honestamente... El PSOE va a ser la primera fuerza.

-Muy bien, pero intente...

-Vamos a ser primera fuerza.

«Hay un consenso en que tenemos que revitalizar la Constitución»

Pedro Sánchez ve una prioridad reformar la Constitución.

-¿Por qué?

-Bueno, es que la España de 2015 no es la de 1978.

-Vale, y no existía Internet. Pero, ¿para qué su reforma?

-Hay un consenso en que tenemos que revitalizar nuestra Constitución. Hay una crisis de confianza en nuestras instituciones, de convivencia en Cataluña y una laguna en el reconocimiento de derechos y libertades en la Carta Magna. Por ejemplo, en nuestra Constitución se contempla la pena de muerte en casos extraordinarios. No hablo ya de los derechos sucesorios, de la prevalencia del varón sobre la mujer en un país que tiene una ley de igualdad. Los derechos medioambientales no están tan reconocidos como nos gustaría en el 2015, la sanidad no es un derecho fundamental como lo es la educación...

-¿Eso de buscar a Cataluña mejor encaje en España no iría en detrimento de comunidades como Galicia?

-No, al contrario. La reforma no se hace para contentar a quien es imposible contentar, que son aquellos que han decidido romper con España.

-¿Entonces?

-Soy de los que cree que hay un malestar con la democracia en el conjunto de Europa. Es evidente por los fenómenos que vemos de populismos, de extrema derecha... En Cataluña, ese malestar con la democracia se ha materializado en parte en el independentismo. Con la reforma, mejorando la calidad institucional y la democracia en nuestro país, el independentismo bajaría. Pero insisto: la reforma en absoluto se hace para contentar a los independentistas ni en absoluto significaría privilegio alguno.

«Voy a apostar por Navantia, es un brazo para la reindustrialización»

Ed Carosía

Pese a su imputación, el secretario general del PSOE respalda a su «amigo» José Ramón Gómez Besteiro y compromete esfuerzos para solucionar en Galicia la crisis demográfica, la del lácteo, la del cerco y la del naval.

-Entre sus cinco grandes prioridades, ha dicho, está combatir la violencia machista, que en poco más de un decenio ha causado más muerte que ETA en su historia. ¿Cómo erradicarla, más allá de llamando a grandes pactos?

-Hay una ley de violencia de género que fue aprobada por un Gobierno socialista y que en estos cuatro años su presupuesto se ha recortado una cuarta parte.

-¿Es una cosa de dinero?

-De dinero y de compromiso social. Para eso tiene que concebirse como una cuestión de Estado. Por ejemplo, es necesario incorporar en nuestro sistema educativo la prevención de comportamientos machistas que puedan derivar en un futuro en violencia.

-¿Como materia propia?

-No, circunscribiéndola a la recuperación de educación para la ciudadanía. En todo caso, en el pacto educativo que construiremos uno de los elementos debe ser la prevención en las aulas.

-¿Y cómo va a arreglar la financiación autonómica?

-Primero lo que tenemos que hacer es aumentar el tamaño de la tarta. Y eso exige una reforma fiscal que implique mayor justicia en la recaudación, apostar por la reindustrialización y tener políticas de crecimiento sostenible y justo, no como las de ahora, que repiten los mismos errores de hace 15 años.

-¿El nuevo modelo, como pide la Xunta, debe primar como factores de reparto la dispersión poblacional y el envejecimiento?

-Por supuesto. El PSOE siempre ha apoyado el medio rural. Al contrario, hay partidos como Ciudadanos que proponen la supresión de ayuntamientos, lo cual es desconocer por completo el país que se aspira a gobernar.

-¿Es el debate del lunes el último tren que le queda?

-¿A quién, a Rajoy?

-No, a usted.

-Bueno, en estas últimas semanas lo que se ha visto es a un líder de la oposición con hambre de victoria frente a un presidente con ánimo de derrota, que se oculta para ocultar sus fracasos y no rendir cuentas.

-¿Cómo plantea la estrategia para ese cara a cara?

-Espero hablar a los españoles y explicarles el balance de Mariano Rajoy, la herencia que va a dejar al próximo Gobierno y las propuestas que tenemos para resolverla. Voy a hablar de nuestra apuesta por universalizar la educación de los 0 a los 18 años y por suprimir los copagos en sanidad, del fondo de reserva de la Seguridad Social que ha esquilmado el PP, de los cinco millones de desempleados que hay en este país y de las soluciones que merecen, y también de cómo revitalizar la dependencia y luchar contra la corrupción.

-De ese cara a cara, probablemente, se quedará fuera un asunto crucial para Galicia: el sector lácteo, que vende incluso en pérdidas y de ahí que hayan desaparecido la mitad de sus granjas. ¿Cómo lo arreglaría?

-Lo primero que debe hacer el Gobierno español es demostrar sensibilidad. Como la ministra de Agricultura no ha resuelto los problemas, lo que se tiene que hacer es una negociación para que la parte comercializadora tenga en cuenta los costes de producción de esa leche.

-El cerco se siente maltratado por el reparto de cuotas...

-Pues igual. Ha habido un Gobierno en España que no ha tenido en cuenta a este importante sector pesquero aquí en Galicia, que, desde luego, necesita un Gobierno que lo defienda.

-¿Corregiría el reparto o no?

-Desde luego, lo negociaríamos para que se corrigiera.

-¿Habría sitio en su España para los astilleros?

-Debe haberlo. He hablado con los trabajadores de Navantia en Ferrol, en Cartagena, en Cádiz... Yo creo en la reindustrialización, y creo que Navantia es un brazo para esa reindustrialización. Desde luego, voy a apostar por Navantia. Creo que tiene más futuro que el presente que le da Rajoy.

-El mayor desafío que afronta Galicia, seguramente, sea su crisis demográfica. ¿Recetas?

-Hay muchas fórmulas. Una tiene que ver con la política de natalidad. El Gobierno de España ha paralizado el desarrollo del permiso de paternidad, que volveremos a incorporar. También vamos a incorporar un bonus a la Seguridad Social a todas aquellas madres en los dos siguientes años. También recuperaremos algunas bonificaciones por cuestiones de maternidad a las trabajadoras autónomas y por cuenta ajena. Creo que tenemos que impulsar la ley de desarrollo rural, que fue paralizada por el PP.

-De los problemas de Galicia a los suyos en Galicia, donde sufren luchas internas en Ferrol, Lugo, Ourense... ¿Por qué ha intervenido en el PSOE madrileño y no en el gallego?

-Yo creo que aquí lo único que tenemos es un proyecto ganador, que es el de Besteiro.

-Ahora que cita a Besteiro: ¿por qué los imputados no sirven para ir en las listas del PSOE, como usted presume de ello, y sí para ser secretarios generales?

-Nosotros tenemos un código ético, y lo que dice es que la asunción de responsabilidades políticas se dirime en el momento de la apertura de juicio oral, y no estamos en ese momento.

-¿Es él su candidato para ganar la Xunta en el 2016?

-Mi candidato será el que decidan los militantes del PSdeG. Si me pregunta como secretario general, creo que José Ramón Gómez Besteiro representa esa nueva generación de políticos gallegos que puede liderar la Xunta en los próximos cuatro años. Yo, desde luego, no solamente lo respeto políticamente, sino que además es mi amigo.