Feijoo revalida los 41 diputados del 2012 con más votos y el PSOE registra su peor resultado en unas elecciones gallegas

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Bibiana Villaverde / Marco Gundín

En Marea iguala en diputados al PSOE, con 14, pero le saca más de 16.000 votos de ventaja. Ana Pontón sorprende y salva seis de las siete actas que tenía el Bloque. Ciudadanos se deja casi cien mil votos respecto a las generales

26 sep 2016 . Actualizado a las 12:42 h.

Cuando los Parlamentos de España y buena parte de Europa se organizan en torno a pactos o mayorías simples, la comunidad gallega sigue abonada a las mayorías absolutas del centroderecha, interrumpidas tan solo en el 2005, cuando Fraga se quedó a un solo escaño de los 38. Feijoo y el PPdeG, que ya superaron en el 2012 la reválida de la crisis y los cambios que provocó en el electorado -con el experimento de AGE, un precedente de las coaliciones impulsadas por Podemos-, han acertado de nuevo en la campaña de las elecciones gallegas con un discurso centrado en el candidato a la presidencia de la Xunta, buscando la identificación con Galicia y los gallegos, y el apoyo de antiguos electores del PSOE y Ciudadanos temerosos de un Ejecutivo multipartito dirigido por En Marea. Con esta estrategia el PP no solo ha revalidado la mayoría absoluta con los mismos 41 diputados del 2012, sino que aumenta su porcentaje de votos (47,5 frente al 45,8 %, con el 100 % escrutado) en unos niveles de participación muy similares a los del 2012 (63,7 %). También logra más votos que la suma de los otros tres partidos con representación parlamentaria. El único cambio relevante que las encuestan avanzaban en estas autonómicas, el sorpasso de En Marea al PSdeG, se produce de forma moderada. Pese a que el candidato del partido instrumental, Luís Villares, aseguró que estaban infravalorados en las encuestas, resulta que es al revés. En Marea logra 14 diputados, cinco más que la coalición AGE en el 2012, pero no abre una brecha decisiva con los socialistas para convertirse en la fuerza de referencia de la izquierda gallega. Los de Villares logran una ligera ventaja en votos (algo más de un punto) con respecto al PSOE, pero empatan en escaños. Además, En Marea pierde en Galicia unos 137.000 votos desde las generales de diciembre y se desgasta sensiblemente en las ciudades donde gobiernan sus alcaldes (A Coruña, Santiago y Ferrol).  

Los populares son la fuerza más votada en las cuatro circunscripciones provinciales, aunque es en Ourense donde se apunta la mayor cuota de apoyo, con el 53,1 % de los votos y 9 diputados, uno más que en el 2012, pese a disputarse con muy poco margen el último escaño con los socialistas. Como solo hay un centenar de votos de diferencia, habrá que esperar al voto exterior, pero este es menos determinante que en anteriores convocatorias y el PP suele sacar el triple de votos en la emigración que los socialistas.

El PSOE, con la candidatura de Xoaquín Fernández Leiceaga, logra el peor resultado de su historia en la comunidad con 14 escaños, uno menos que en 1997. También ostenta el registro más bajo en apoyo electoral, un 17,89 %, casi dos puntos por debajo de su suelo electoral en Galicia (19,62 % en 1981), en un momento en el que este resultado puede traer consecuencias en la estrategia de Pedro Sánchez a nivel nacional. 

El BNG salva los muebles

Pese a quedarse sin representación en el Congreso en las dos últimas generales, la candidatura del BNG encabezada por Ana Pontón logra mantener el tipo y pierde solo un diputado (pasa de 7 a 6, al no retener un acta por Pontevedra), conservando su representación en los cuatro territorios. Los nacionalistas podrán tener grupo parlamentario propio y duplican holgadamente los resultados de las últimas generales (pasan de 45.000 votos a casi 119.000).

La campaña del PP para captar votantes de Ciudadanos invocando el voto útil tuvo éxito, pues la candidatura naranja pierde casi 86.000 votantes con respecto a las últimas generales, un contexto político más propicio para los de Cristina Losada y Albert Ribera. En ninguna circunscripción estuvo cerca de alcanzar el listón del 5 % para poder tener representación parlamentaria. Su máxima cuota electoral se produce en Pontevedra, con el 3,89 %.

Llaman la atención los resultados de Vigo donde, tras el conflicto con Abel Caballero por la confección de las listas del PSOE, En Marea consigue superar a los socialistas con algo más de cinco puntos de ventaja. En Pontevedra, donde Feijoo situó a Alfonso Rueda para dirigir el partido en una circunscripción clave, el PP mantiene los 11 diputados del 2012 y sube ligeramente en apoyo electoral.

Lugo es el único territorio donde el PP se deja un escaño, en una provincia que pierde un acta en estos comicios en favor de A Coruña. En esta última circunscripción, los populares mantienen los 13 escaños del 2012.