
La manifestación acaba con una batalla campal y un intento de asalto a la bolsa
01 mar 2012 . Actualizado a las 12:31 h.Decenas de miles de estudiantes de institutos y universidades salieron hoy a la calle en unas 40 ciudades españolas para protestar contra la política de recortes educativos y como solidaridad con los heridos y detenidos durante las cargas policiales registradas hace dos semanas en Valencia contra alumnos que se manifestaban por idénticos motivos.
La jornada se vio salpicada en todo el país de paros, asambleas, encierros, concentraciones y manifestaciones, pero el epicentro de las protestas se situó en Barcelona y Valencia, con huelgas significativas, sobre todo en las universidades, y con manifestaciones multitudinarias, que en el caso de la capital catalana acabó con cargas e incidentes. Los organizadores calcularon que unos 70.000 estudiantes recorrieron Barcelona y que otros 20.000 protestaron durante dos horas por el centro de la capital levantina. Las manifestaciones también fueron significativas en Zaragoza, Madrid y Palma de Mallorca.
Las movilizaciones de Barcelona acabaron en batalla campal y con graves incidentes entre grupos incontrolados de manifestantes y la policía. Al menos tres estudiantes fueron detenidos por los Mossos d'Esquadra por provocar la algarada, primero en el centro de la ciudad, donde se registraron cargas policiales y acciones de guerrilla urbana, y más tarde en el entorno del recinto ferial, que fue blindado como un búnker. Los altercados se saldaron con nueve heridos leves, cinco de ellos agentes policiales.
Como se temía, la manifestación, secundada por unos 70.000 personas, según los organizadores, y cerca de 25.000, según la policía municipal, vivió sus momentos más tensos cuando pasó ante la sede de la Bolsa de Barcelona y junto a la Consejería de Economía de la Generalitat. Eran las 14.00 horas. Un grupo de encapuchados se disgregó de la marcha y recrudeció y radicalizó la protesta. Frente al parqué, lanzaron pintura, botellas, piedras y huevos e intentaron asaltar el edificio. La barrera policial que custodiaba el inmueble lo impidió. La mayoría de los objetos cayeron en la zona de la policía, lo que provocó la respuesta. Se sucedieron las carreras y las cargas policiales.
La manifestación, que estaba a punto de acabar, se convirtió en una refriega entre grupos de alborotadores y la Policía. La imposibilidad de acceder a la bolsa llevó a otro grupo de estudiantes a irrumpir en una entidad bancaria próxima y destrozar el mobiliario. Quemaron contenedores y papeleras en los exteriores, los cruzaron en la vía a modo de barricada y provocaron un gran colapso circulatorio en el centro.
Toma del rectorado
En paralelo, otros 200 estudiantes ocuparon el rectorado de la Universidad de Barcelona, en la Gran Vía. Allí celebraron una asamblea y decidieron que se quedarían toda la noche en el interior. También tomaron la determinación de trasladar la protesta al entorno de la plaza de España, donde está la Feria de Barcelona y donde esta semana se celebra el Congreso Mundial de Telefonía Móvil. Los disturbios cambiaron de lugar y cerca de 500 manifestantes tomaron la plaza, que tuvo que ser fuertemente custodiada por la policía, que incluso cortó el tráfico y el acceso al metro.
Entre el encierro en el rectorado y las distintas marchas la alerta policial se mantuvo en máximos hasta la noche ante la posibilidad de que se reprodujeran los disturbios. Los universitarios anunciaron nuevas movilizaciones para el jueves. No se descarta que vuelvan a cortar varias de las principales vías de acceso a la ciudad de Barcelona, lo que provocó atascos kilométricos.