Los recortes sociales acometidos por el Gobierno en las últimas semanas tuvieron el domingo la respuesta de los sindicatos y de los ciudadanos en nueve manifestaciones convocadas en Galicia. La Plataforma Social en Defensa del Estado de Bienestar y los Servicios Públicos, de la que UGT y CC. OO. forman parte junto a medio centenar de organizaciones sociales, exigirá al Ejecutivo que los ajustes económicos derivados de la crisis no se ceben en servicios públicos como la Sanidad y la Educación.
Las protestas llevaban por lema «con la Sanidad y la Educación no se juega» y en ellas se ha censurado las medidas urgentes aprobadas por el Ejecutivo, a través de dos decretos, para ahorrar en estos ámbitos unos 10.000 millones de euros.
La jornada de protesta en Galicia
Participaron más de 25.000 gallegos, según las cifras oficiales. Las centrales calculan en cerca de 70.000 personas la participación en las marchas organizadas esta mañana en Santiago, Ferrol, A Coruña, Burela, Lugo, Ourense, Vilagarcía, Pontevedra y Vigo, bajo el lema «Coa educación e a sanidade non se xoga».
La protesta central en Galicia, convocada conjuntamente por UGT y CC. OO., se celebró en Santiago. Alrededor de dos mil personas corearon consignas contra unos ajustes que entienden que merman los derechos sociales y debilitan el Estado de bienestar. A esta marcha, que partió de la Alameda y concluyó en la plaza de la Quintana, se sumó el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, así como dirigentes de su partido, además de miembros de Esquerda Unida y los dirigentes de las dos centrales en Galicia, José Antonio Gómez y Xosé Manuel Sánchez Aguión.
Más de 15.000 personas, según los sindicatos, y solo 4.000, según la Policía Local, participaron en la marcha celebrada en A Coruña, en la que se criticaron «os roubos do PP, que nos está quitando os nosos servizos esenciais», afirmó José Carrillo, secretario comarcal de UGT. Por su parte, Demetrio Vázquez, secretario general de CC.OO. en la comarca, destacó que «con la sanidad y la enseñanza no se juega, porque son dos pilares básicos del Estado español que costó muchísimo conseguir.
En Vigo se celebró la manifestación más multitudinaria, ya que asistieron unas 15.000 personas. Partió del cruce de Vía Norte y Urzáiz y recorrió las principales avenidas de la ciudad.
Cerca de dos mil asistieron a la manifestación de Ferrol, que partió de la plaza de O Inferniño y concluyó en la plaza de Armas, ante el Concello de Ferrol, donde el cantautor Xoán Rubia leyó el manifiesto final. La Policía Local, por ahora, no ha hecho un cálculo de participación y los convocantes, tampoco.
En Pontevedra, cientos de personas se sumaron a la protesta para criticar los recortes en el ámbito educativo y sanitario. La marcha, que iba encabezada por una pancarta en la que se leía «coa educación e a sanidade non se xoga», partió poco antes de las doce y media del mediodía de la plaza de A Ferrería, para, acto seguido, recorrer algunas de las más céntricas calles de la ciudad.
Comisiones Obreras y UGT movilizaron un millar de personas en Lugo. La marcha comenzó pasadas las doce del mediodía, con unas setecientas personas. A lo largo del recorrido por el casco histórico se fueron sumando manifestantes, hasta rondar las mil. Las organizaciones convocantes estimaron la participación entre 1.500 y 2.000.
En Ourense, un millar de personas se han sumando a la convocatoria, recorriendo varias de las principales calles de la capital. La marcha concluyó en el parque de san Lázaro, en las inmediaciones de la subdelegación del Gobierno, donde una menor procedió a la lectura un manifiesto: «Os recortes do goberno en gasto social poñen en risco o estado de benestar».
Bastante más discreta ha sido la participación en la concentración celebrada en Burela, en la que han participado en torno a un centenar de personas. Fuentes sindicales han apuntado que lo importante es mantener a la sociedad movilizada y alerta frente a los recortes.
Los recortes
En la sanidad pública algunas de las medidas más criticadas han sido el copago de medicamentos en función de la renta, que por primera vez tendrán que abonar los jubilados; la revisión de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud o la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes en situación irregular.
En el sector educativo, las reivindicaciones se centran en el encarecimiento de las tasas universitarias, en la subida del número de alumnos por aula de colegios e institutos, en la supresión de cursos de Formación Profesional y en el previsto endurecimiento para acceder a becas.