García-Margallo explicó que la inestabilidad política en Mali ha convertido el norte de ese país en una «plataforma terrorista» desde donde grupos armados preparan sus acciones. Lejos de mejorar, la previsión es que la situación se deteriore aún más, hasta el punto de que, según el ministro, algunos analistas consideran que la zona «está a punto de convertirse en un nuevo Afganistán», aunque él mismo considera que la situación es «menos extrema». El ministro de Asuntos Exteriores citó tres grupos terroristas que operan en ese lugar y que supondrían un peligro para los cooperantes ahora repatriados: el Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO), Al Qaida en el Magreb y Ansar Dine.
España apoya una operación
La Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) han pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que ordene y dé cobertura a una operación militar que «no solo tendría como objetivo asegurar las instituciones en Bamako, sino también hacer frente a los grupos terroristas que se han adueñado del norte del país».
Según explicó ayer el ministro García-Margallo, el Gobierno español apoya estos «esfuerzos», incluyendo la posibilidad de desplegar una fuerza militar en Mali», y estaría dispuesto a «estudiar y prestar apoyo a dicha misión». Explicó que antes de plantearse una posible intervención en Mali, primero habría hay que «mirar al sur», es decir, hacia la capital, Bamako, para «tratar de asegurar un gobierno de transición de unidad nacional», para después «mirar al norte», donde combatir a los grupos terroristas que operan en la zona.