Habían escogido España como plataforma de lanzamiento de su operativo en Europa
10 ago 2012 . Actualizado a las 21:43 h.La Policía Nacional, en colaboración con la División del FBI de Boston, ha abortado el «primer intento serio» del líder del cártel mexicano de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, de afincarse en Europa usando como base España con la detención en Madrid de cuatro presuntos narcotraficantes miembros de ese grupo.
Los detenidos, de entre 37 y 52 años y nacionalidad mexicana, son: Jesús Gutiérrez Guzmán -primo hermano del «El Chapo»-, Rafael Humberto Celaya Valenzuela, Samuel Zazueta Valenzuela y Jesús Gonzalo Palazuelos Soto, que fueron arrestados en las inmediaciones de los hoteles madrileños en los que se hospedaban, ha informado la Dirección General de la Policía en una nota.
Según han precisado los responsables policiales de la investigación en una rueda de prensa, hace ocho días se interceptó en el puerto de Algeciras (Cádiz) un contenedor que transportaba 373 kilos de cocaína de «gran pureza», alrededor del 80 por ciento, que había partido de un puerto de Brasil para su posterior distribución en diferentes puntos de Europa.
El cártel había elegido España como plataforma de lanzamiento de su operativa en Europa y pretendían utilizarlo como puerta de entrada de estupefacientes, por lo que tras interceptar el contenedor los agentes estuvieron aguardando la llegada de los detenidos, que tenían la intención de establecer contactos de distribución, han señalado los investigadores.
La «operación Dark Waters» se inició en mayo del 2009 por parte de la Federal Bureau of Investigation de Boston (Massachussets) hasta que, en octubre del 2010, los agentes del FBI y de la Brigada Central de Crimen Organizado de la Policía Nacional acordaron las líneas estratégicas y se enviaron en una comisión rogatoria a la Fiscalía Antidroga y al Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que instruye las diligencias.
Los agentes americanos averiguaron que los miembros del cártel habían planificado viajar a España, lo que hicieron en marzo del 2011, fecha en la que la policía española les detectó en Madrid, donde permanecieron con otros presuntos miembros del cártel unos cinco días, han revelado los responsables de la investigación. Desde entonces, los cuatro detenidos, que se encuentran desde ayer en prisión provisional por orden del juez Eloy Velasco, no habían vuelto a viajar a España.
Su intención era la de iniciar importantes envíos de cocaína por vía marítima, oculta en contenedores con carga legal declarada, para lo que enviaron varios contenedores de prueba sin ningún tipo de estupefaciente hasta que remitieron su primer cargamento en un barco procedente de Brasil, que fue interceptado en Algeciras. Ya que su implantación en Europa era «escasa», la Policía se ha congratulado de haber frustrado su «primer intento serio» de introducirse en el continente, han destacado los agentes. Las investigaciones efectuadas permitieron identificar a un primer miembro, Palazuelos Soto, que se desplazó a Madrid para hacerse cargo del cargamento de la cocaína desde su remisión hasta su posterior distribución.
Se han intervenido teléfonos móviles, 5.500 dólares, unos 3.000 euros, 4.000 pesos mexicanos y documentación que se está analizando.
Días después llegaron a Madrid Gutiérrez Guzmán, conocido como «Manolo» y considerado el jefe del grupo que quiere establecerse en España, Zazueta Valenzuela, uno de sus principales colaboradores, y Celaya Valenzuela, representante legal de la organización.
Debido a las numerosas medidas de seguridad que adoptaban, los agentes establecieron un amplio operativo para detenerlos y así uno de los arrestados fue abordado cuando se dirigía a su hotel, en el Paseo de la Castellana, al tiempo que se detuvo a los otros tres en las inmediaciones de sus hoteles en el centro de Madrid.
Una detención que fue «muy limpia» y pilló a los cuatro presuntos narcotraficantes «por sorpresa», han resaltado los responsables policiales, que han añadido como anécdota que uno de ellos les solicitó que no perdieran un ticket de un gran almacén para que se le pudiera devolver el IVA cuando regresara a su país.
En los registros realizados en las habitaciones donde se alojaban se han intervenido teléfonos móviles, 5.500 dólares, unos 3.000 euros, 4.000 pesos mexicanos y documentación que se está analizando.
La operación, que sigue abierta, ha sido realizada por la sección de Relaciones Internacionales de la Brigada Central de Crimen Organizado junto con la División del FBI de Boston, y han contado con la colaboración de los oficiales de Enlace del FBI en la embajada de EEUU en Madrid, del Grupo 42 de la Brigada Central de Estupefacientes y de la Brigada de Investigación Tecnológica de la UDEF Central.