Dos gallegos en paro mantienen en Fuerteventura una huelga de hambre para exigir cambios en la política social del Gobierno

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Ambos realizan su protesta delante de la delegación de Gobierno

15 ago 2012 . Actualizado a las 19:54 h.

«Hacer visible la miseria y exigir un cambio radical en la política social del Gobierno» es el objetivo que se esconde tras una protesta iniciada hace ocho días en Puerto del Rosario, en Fuerteventura, por la coruñesa María Jesús Vila Calviño. Esta gallega, residente desde hace casi 12 años en la isla canaria, y que aclara que ya había comenzado un ayuno en su casa, decidió hacer pública su disconformidad con la política social con una huelga de hambre indefinida delante de la Dirección Insular de Fuerteventura. «Los motivos que me llevan a realizar esta acción, no son otros que la actitud del gobierno de este país, al permitir que casi 6.000.000 de personas nos hallemos sin trabajo y sin expectativas de conseguirlo y que 512 familias seamos desahuciadas de nuestra casa diariamente por no poder pagar». María Jesús Vila Calviño, de 43 años, aclara a La Voz que ella misma sufrió los azotes de la crisis tras una vida laboral que la llevó por distintos lugares del país hasta recalar en Fuerteventura. «Yo me dedicaba a la hostelería, era camarera, pero hace tres años me quedé en paro. En el 2011 hice un taller de informática a partir de los servicios de colocación, pero eso fue algo puntual». Preguntada por si también se vio en la tesitura de verse desahuciada, aclara que aún no sufrió ese mal trago. «Tuve que dejar de pagar el alquiler este enero. A partir de entonces me dieron dos avisos de desahucio y, ante el segundo, me decidí a llevar a cabo esta medida de presión. Eso fue el detonante pero los motivos para iniciar la protesta ya los tenía claros hace tiempo. A nivel personal pido un trabajo y a nivel general, que es lo más importante, exijo comprensión por parte de la clase política. No somos estadísticas, somos personas que sufrimos. Si no visibilizamos la miseria, no la sentimos».

María Jesús busca también sensibilizar a la opinión pública, algo que, por el momento, aclara que ha logrado. Esta coruñesa de origen se muestra gratamente sorprendida por la compresión y eco social que está cosechando su protesta. «La reacción ciudadana ha sido muy positiva. Desde el primer momento se me acercaba gente y me preguntaba que qué podía hacer. Ayer mismo decidimos entre varios celebrar una asamblea para debatir qué medidas podríamos adoptar. Se consensuó que todos los que quieran se solidarizarán con la protesta mediante un ayuno de 2 o 3 días. Además, todos los martes a las 20.00 horas hay concentraciones de apoyo».

María Jesús Vila Calviño también destaca el paso al frente dado por otro ciudadano, el también gallego Xavier Omaña, quien 24 horas más tarde del inicio de la protesta decidió unirse espontáneamente a ella. Xavier, originario de Outeiro de Rei, aclara que no se conocían y que su propia situación de desempleo no fue el punto de inflexión para sumarse a la huelga de hambre. «Cando vin na Rede o caso de María Jesús non dubidei», aclara. Residente en la isla desde 1994 apunta que a lo largo de todos estos años desempeñó diversos trabajos, como auxiliar de vigilante, empleado de la construcción o repartidor de publicidad. En la actualidad lleva 2 años en paro y sin visos de mejorar.

Ambos han logrado amplios titulares en la prensa canaria y en la Red ya se han creado diversas páginas en apoyo a su caso. Además, María Jesús Vila aclara que, por el momento, nadie los ha desalojado. Su intención es continuar en huelga de hambre hasta que haya alguna alternativa.