Esto permitirá al etarra, enfermo terminal de cáncer y condenado por el secuestro de Ortega Lara, solicitar la libertad condicional. La salida a la calle del preso la decidirá la Audiencia Nacional
23 ago 2012 . Actualizado a las 21:29 h.La secretaría general de Instituciones Penitenciariasha concedido hoy el tercer grado al preso etarra enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga. La decisión ha sido adoptada después de que la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa (Álava) haya informado favorablemente sobre la procedencia de clasificar en tercer grado al etarra, condenado por secuestrar al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y que permanece ingresado en el Hospital Donostia de San Sebastián, como consecuencia del cáncer terminal.
Esta clasificación penitenciaria permitirá ahora a Uribetxebarria Bolinaga solicitar el acceso a la libertad condicional, sobre la que también tiene que pronunciarse Prisiones, aunque la última palabra la tiene el juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro.
Iosu Uribetxebarria inició hace diez días una huelga de hambre, que fue secundada por decenas de presos etarras encarcelados en otras cárceles. El informe médico estableció que su situación es irreversible y que tiene un 10 % de posibilidades de sobrevivir un año. El propio juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, se había manifestado a favor de que Interior concediese el tercer grado a Uribetxebarria.
La norma prevé el tercer grado por razones humanitarias
La concesión del tercer grado penitenciario obedece a la normativa vigente contemplada en el Reglamento Penitenciario, que en su artículo 104.4 recoge la posibilidad de otorgar el tercer grado a un preso por razones humanitarias o por enfermedad grave. Dicho precepto establece que «los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables, según informe médico, con independencia de las variables intervinientes en el proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y su escasa peligrosidad».
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que sustituye a Castro, ha solicitado un informe forense en el que se detalle el estado de salud de Uribetxebarria para determinar si el cáncer que padece puede ser tratado por los servicios penitenciarios hospitalarios. Además, la abogada del preso, Ainhoa Baglietto, ha pedido al juez que una vez que conociera la decisión de Instituciones Penitenciarias acelere su decisión sobre la puesta en libertad del recluso. La letrada le ha expuesto al juez que dada la gravedad de su enfermedad no es necesario esperar hasta el próximo lunes, tal y como anunció ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Argumenta también su decisión en que Pedraz, que está de guardia en la Audiencia Nacional hasta el domingo, fue quien instó ayer a Instituciones Penitenciarias a estudiar la posible concesión del tercer grado, por lo que cree que es quien debe resolver.
Prisiones propone que no se acerque a víctimas si queda libre
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias propone que su libertad condicional quede sometida al cumplimiento de unas normas de conducta, como el alejamiento de sus víctimas.
«Esta Secretaría General entiende que, a pesar de la entidad de los delitos cometidos por el penado, resulta indudable que tanto la gravedad de la enfermedad, su previsible evolución, así como las características del tratamiento mitigan extraordinariamente la peligrosidad del recluso y anulan prácticamente el riesgo de reincidencia», señala la nota. Prisiones exige que el recluso cumpla «unas estrictas reglas de conducta» para su libertad condicional, entre ella, el alejamiento de las víctimas de sus delitos o de los familiares directos de éstas, así como la prohibición de ausentarse, sin previa autorización de la Administración Penitenciaria, de la localidad en la que fije su residencia.