Fiesta de Halloween en Madrid: Katia Esteban, una de las tres víctimas en la tragedia del Madrid Arena
ESPAÑA
Tenía de 18 años. Su padre fue concejal socialista en el ayuntamiento madrileño de Daganzo
01 nov 2012 . Actualizado a las 21:53 h.Varias decenas de jóvenes se han acercado al tanatorio de Daganzo (Madrid) a despedir a Katia Esteban Casielles, de 18 años, una de las tres fallecidas esta madrugada por una avalancha en el recinto de Madrid Arena, donde se celebraba una fiesta de Halloween.
Varios amigos de la joven, que había cumplido la mayoría de edad el pasado día 4 de octubre, la han descrito como una estudiante de bachillerato «muy alegre» y que sólo había querido «ir de fiesta» con unas amigas. Durante el velatorio, los más allegados a Katia trataban de consolarse unos a otros entre lágrimas y abrazos.
El cuerpo de la chica, que ha llegado esta tarde al tanatorio de esta localidad madrileña de donde es su familia, está siendo velado por su padre, que fue en las listas del PSOE en las últimas elecciones autonómicas, aunque no salió como concejal, su hermana mayor y otros familiares. Se trata de un nuevo golpe para esta familia ya que hace dos años la madre de Katia falleció a causa de un cáncer.
Un portavoz del tanatorio de Daganzo ha lamentado la muerte de la joven y ha destacado que desde hace unos ocho años no se había producido un velatorio el día de Todos los Santos.
El mismo portavoz ha informado de que Katia será incinerada mañana en el cementerio La Paz, situado en el municipio de Tres Cantos. Algunos conocidos de la fallecida, que ayer también asistieron a la fiesta aunque no con ella, han dicho que en ningún momento la vigilancia del local les requirió el DNI ni les registró el bolso para comprobar si llevaban algún objeto peligroso.
«Había demasiada gente, y por sus caras muchos eran menores de edad», ha asegurado Silvia, una de las que ayer acudió a Madrid Arena, y ha contado que hasta las once de la mañana de hoy, cuando ha llegado a su casa, no se enteró de la tragedia. Según ha explicado, estuvo bailando en la segunda planta de Madrid Arena hasta las seis de la madrugada y sólo se extrañó de que sobre las cuatro bajaron la música unos minutos.