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La acusación contra Mas por cobro de comisiones agria la campaña catalana

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente catalán considera «casi imposible» una mayoría absoluta y solo descarta al PP para posibles pactos

17 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El debate sobre la corrupción ha estado presente en prácticamente todas las campañas electorales celebradas en Cataluña. En la de este año, el impacto de la deriva independentista del presidente de la Generalitat, Artur Mas, había dejado poco espacio para otros asuntos. Pero, a una semana del fin de la campaña, el líder de CiU tuvo que salir ayer a desmentir una información oportunamente publicada en la que se le acusa de estar relacionado, junto al ex presidente catalán Jordi Pujol, con unas supuestas cuentas bancarias abiertas en Suiza y cuyos fondos procederían de las comisiones ilegales cobradas en su día por CDC, el partido de Mas.

Según esa información, existe un informe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), en el que se asegura que un porcentaje de las comisiones que CDC recibía de constructoras vinculadas a la trama del Palau de la Música se desviaban «a cuentas personales de sus dirigentes».

Mas tachó ayer de «mentira» y «montaje» la información publicada por el diario El Mundo, en la que se asegura también que el líder de CiU era beneficiario de cuentas en Suiza a nombre de su padre. Además de desmentirlo todo, el presidente catalán reprochó al diario «la desfachatez de mentir y el mal gusto de meterse con personas que no se pueden defender porque han muerto». El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, anunció que el Gobierno catalán tomará «acciones legales por injurias».

El PSC pide explicaciones

El Ministerio de Interior no confirmó la existencia del informe de la UDEF, pero ha ordenado una investigación sobre la supuesta filtración. El resto de partidos no desaprovechó la oportunidad de pedir aclaraciones a Mas. El candidato del PSC, Pere Navarro, dijo que cada minuto que tarda en presentar una querella contra quienes le acusan de corrupción «aumenta la sospecha». Desde el PP, la candidata en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, y la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, pidieron al líder de CiU que «dé la cara». Cospedal consideró «muy graves» las acusaciones e instó también a Mas a querellarse. Lo mismo hizo el candidato de ERC, Oriol Junqueras, que reclamó «luz y taquígrafos».

En lo estrictamente político, el triunfalismo de Mas y su convencimiento de alcanzar una mayoría absoluta que le permita levar adelante su órdago soberanista se va moderando, aunque no está claro si lo que trata es de aglutinar así el voto independentista. Ayer, de hecho, consideró «prácticamente imposible» alcanzar esa mayoría absoluta. Rebajó sus expectativas asegurando que su objetivo es lograr una «mayoría excepcional» y que incluso consideraría un «buen resultado» simplemente ampliar la distancia con la segunda fuerza, que en este momento es el PSC.

El presidente catalán empezó también a despejar sus intenciones políticas en caso de no poder gobernar en solitario sin apoyos. Sin cerrarse puertas, se mostró dispuesto a pactar con cualquier fuerza política, con la única exclusión del PP. «Es prácticamente imposible porque está radicalmente en contra del derecho a decidir», señaló.

Tampoco el candidato socialista está dispuesto a pactar con el PP para frenar a Artur Mas. Pere Navarro descartó ayer explícitamente una alianza «constitucionalista» con los populares. «Su modelo de Estado no es el nuestro. No, ya le digo que no, no pactaremos con ellos», afirmó al ser preguntado al respecto de ese posible acuerdo.

Desde el PP, Alicia Sánchez Camacho, que en la pasada legislatura respaldó los Presupuestos presentados por Artur Mas, aseguró también que su partido no pactará ahora con una CiU «radicalizada, excluyente y separatista».