Hasta ahora, las bajas esporádicas por enfermedad o accidente no suponían ningún coste en la nómina del trabajador público
18 dic 2012 . Actualizado a las 01:23 h.Un resfriado, una gripe o un proceso febril saldrán caros a los funcionarios públicos a partir del año que viene. Dentro del trámite de enmiendas al Senado de los Presupuestos Generales del Estado para el 2013, el Gobierno ha decidido introducir una penalización, del hasta un 50 % del sueldo como máximo, a aquellos que decidan curarse en su casa.
De este modo, Hacienda penalizará a todos aquello empleados públicos por ausencia al trabajo por enfermedad o accidente que no dé lugar a una situación de incapacidad temporal, es decir, no más de tres días. El descuento no se activará por faltar uno o dos días al año, sino cuando se supere la cifra que establezca por Orden del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas.
El Gobierno considera que debe ser cada administración la que determine qué porcentaje de sueldo retira a sus empleados pero que en todo caso las ausencias por enfermedad sin incapacidad laboral se debe aplicar el mismo descuento que el que se prevé en los casos de incapacidad laboral. Hasta ahora, las bajas esporádicas por enfermedad o accidente no suponían ningún coste en la nómina del funcionario ya que, era la propia Administración la que se hacía cargo del coste.
Con el Real Decreto de Estabilidad Presupuestaria del pasado mes de julio, el Gobierno ya preveía ahorrar unos 1.000 millones de euros con los recortes en las Administraciones Públicas. En ese momentó, Mariano Rajoy ya anunciaba la reducción en el número de días de libre disposición (moscosos) de los funcionarios y ajustará a la ley el número de liberados sindicales. Con esta reforma también buscaba equiparar las prestaciones por incapacidad laboral de los funcionarios a las del resto de trabajadores.