La abdicación del monarca ya es tema de debate público

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La Casa del Rey se ve obligada a negar que don Juan Carlos prepare su renuncia

23 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Veinticuatro horas antes de que su yerno Iñaki Urdangarin declare como imputado en el caso Nóos, la Casa del Rey se vio obligada a desmentir ayer los fuertes rumores de que el monarca prepara ya su abdicación. El inusual comunicado llega en uno de los momentos más difíciles para el rey desde que accediera al trono en 1975. A su frágil salud, que le obligará a pasar por el quirófano el próximo día 3 de marzo para operarse de una hernia discal, en la que será su séptima intervención en los últimos tres años, se unen las acusaciones del exsocio de Urdangarin, Diego Torres, también imputado, que declaró ante el juez que la Casa Real estaba al tanto de todas sus actividades.

Don Juan Carlos «no tiene ninguna intención de abdicar ni existe en Zarzuela plan alguno de este tipo», aseguraron desde la Casa del Rey. No es la primera vez que se habla de una posible renuncia, pero en esta ocasión ha sido un artículo del periodista José Antonio Zarzalejos, exdirector del diario monárquico Abc, en el que citando «fuentes de la Casa del Rey» asegura que el monarca «baraja ya su abdicación», lo que ha llevado al inusual desmentido. Según Zarzalejos, don Juan Carlos abdicará en su hijo Felipe antes de que se inicie el juicio contra Urdangarin, previsto para dentro de un año y medio.

Pérdida de popularidad

Pero no es solo Zarzalejos quien apunta esa posibilidad. De hecho, la abdicación del rey don Juan Carlos se ha convertido ya en un tema de debate público y político, algo que hace solo unos años parecía impensable. A esa apertura del melón de la renuncia ha contribuido la progresiva pérdida de popularidad del monarca, especialmente a raíz del accidente que sufrió en un safari en Botsuana, en el que se fracturó la cadera, durante un viaje del que no se tenía conocimiento público. Ese percance sacó además a la luz la relación de don Juan Carlos con Corinna Sayn-Wittegenstein -que se ha visto salpicada también por las acusaciones de Diego Torres en el caso Nóos-, y obligó al rey a pedir perdón públicamente en un gesto histórico.

Desde entonces, la veda quedó abierta. El último episodio ha sido la petición del líder del PSC, Pere Navarro, de que el rey abdique, realizada minutos antes de la intervención en el debate de la nación del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que de inmediato se desmarcó de la propuesta. Los socialistas sí reclamaron sin embargo en el Congreso que la Casa Real se someta a la nueva ley de transparencia.

La polémica llegó ayer a a la rueda de prensa del Consejo de Ministros, en la que a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se le preguntó si está previsto regular por ley el proceso de abdicación de jefe del Estado y si la ley de transparencia afectará a la Corona. La portavoz aclaró que esta institución seguirá siendo «autónoma». Equiparó su situación con la de «importantes casas reales de Europa» que tampoco rinden cuentas, y destacó la «estabilidad política que ha prestado la Casa del Rey como árbitro y moderador de las instituciones». «Ha realizado una tarea que, al margen de avatares de la vida, está siendo muy esforzada», concluyó. La polémica está abierta.

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