El derecho a decidir sitúa al PSC y al PSOE al borde de la ruptura

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Chacón se desmarca del voto de los socialistas catalanes en el Congreso

27 feb 2013 . Actualizado a las 11:31 h.

El PSOE y el PSC afronta su mayor crisis de convivencia desde el inicio de la democracia. La decisión de los socialistas catalanes de romper por primera vez en 35 años la disciplina de voto en el Congreso para apoyar una moción de CiU que reclama una consulta soberanista tensó ayer la situación hasta el punto de que, aunque son una minoría, diputados de ambos partidos apuestan abiertamente por romper definitivamente las relaciones. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, frenó ayer las demandas de algunos dirigentes que reclamaban la ruptura.

Entre quienes consideran que ha llegado la hora del divorcio con el PSC está el exsecretario general de los socialistas, Alfonso Guerra, quien reclamó en la reunión del grupo parlamentario la separación para que el PSOE se presente con sus propias siglas en Cataluña. Otros dirigentes opinan también que la situación es insostenible. El extremeño Guillermo Fernández Vara afirmó que, para el PSOE, no contar con los socialistas catalanes sería grave, pero «perder la "e" de España sería mucho más grave». «Si esto ocurre así, fue bonito mientras duró», dijo el expresidente extremeño.

Pero Rubalcaba rechaza de plano la ruptura y trata de calmar los ánimos. Ayer, intentó restar importancia al cisma y calificó la indisciplina de voto de los socialistas catalanes como una mera «discrepancia» entre ambos partidos. El enfado del líder del PSOE es sin embargo mayúsculo. El desplante de ayer se une al que le hizo el primer secretario del PSC, Pere Navarro, cuando pidió la abdicación del rey poco antes de que Rubalcaba comenzara su discurso en el debate de la nación.

Pero, de puertas afuera, el líder socialista puso paños calientes. Aseguró que el PSC es «coherente» con la posición que defiende en Cataluña a favor del derecho a decidir. Dejó claro que la ruptura no se plantea en ningún caso y que la relación entre ambas fuerzas «se van a mantener». Anunció no obstante que el acuerdo entre el PSC y el PSOE se va a «revisar». «El PSC debe consultar al PSOE cuando decida un tema sobre España y el PSOE debe consultar al PSC cuando decida un tema sobre Cataluña», explicó Rubalcaba, aunque no aclaró si la posición que exprese el PSC en esas consultas sería vinculante para el PSOE.

En donde no quiso dejar dudas Rubalcaba es en el fondo del asunto. Aseguró que el PSOE no está de acuerdo con el «derecho a decidir» y no lo estará nunca. «A mí me preocupa que voten distinto, pero llamo la atención de que este desacuerdo es el reflejo del que existe entre Cataluña y el resto de España», señaló. Su explicación es que «el PSC está con la mayoría de Cataluña y el PSOE con la mayoría de España».

Sanción por la indisciplina

La crisis forzó a la diputada del PSC Carme Chacón a tomar partido. Y, consciente de que sumarse a la posición de sus compañeros le cerraría las puertas a su aspiración de ser la candidata del PSOE en las elecciones generales, optó por no hacerlo y decidió no participar en la votación de la propuesta de CiU. Chacón puso su escaño a disposición del PSC, que la mantuvo en su cargo, pero la invitó a hacer una «reflexión serena» sobre las consecuencias políticas de su decisión . «No puedo apoyar esa resolución porque supone un proyecto de ruptura de Cataluña con España», explico Chacón. La exministra desvinculó su posición de sus aspiraciones a liderar el PSOE y dijo que su futuro es «insignificante cuando de lo que estamos hablando es de la defensa de millones de españoles y de catalanes que quieren seguir juntos».

Aunque en un principio se anunció que los diputados del PSC que rompieron la disciplina de voto no serían sancionados, el PSOE rectificó y anunció que habría castigo, aunque no aclaró cuál.