La prisión de Bárcenas divide al PP

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Rajoy dice que no teme que el extesorero tire de la manta; los que se sienten amenazados reclaman prudencia y los que se saben a salvo exigen cortar por lo sano, caiga quien caiga

29 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Ni ahora ni en ningún momento». Un día después de que el hombre al que él designó como tesorero del PP hace cinco años ingresara en prisión, Mariano Rajoy aseguró que no se siente amenazado por lo que pueda destapar Luis Bárcenas. El presidente, según fuentes populares, no teme que el ex máximo responsable de las finanzas del PP «tire de la manta». Pero, sea real o no, esa tranquilidad no es compartida por todos los dirigentes del partido. Algunos, de hecho, se temen lo peor.

El encarcelamiento de Bárcenas no ha sorprendido en Génova. Lo daban por hecho más tarde o más temprano. Pero, nada más conocerse la noticia, todos contuvieron el aliento, hasta el punto de que nadie en la dirección quiso pronunciarse hasta conocer la reacción oficial de Rajoy. El líder del PP se limitó a asegurar ayer que el partido colaborará con la justicia, sin decir una sola palabra ni a favor ni en contra del extesorero.

El debate ya ha comenzado

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no se salió de ese guion, afirmando que el Ejecutivo respeta como siempre «los procedimientos judiciales». Rajoy quiere evitar a toda costa una división en el PP por culpa de Bárcenas. Pero ese debate ya ha comenzado.

Será el lunes, durante la reunión del comité ejecutivo nacional en la sede de Génova, cuando el jefe del Ejecutivo comprobará hasta qué punto el partido se ha divido entre quienes optan por la prudencia, al entender que la situación es todavía controlable, y quienes exigen cortar por lo sano de una vez, caiga quien caiga. Ayer, los primeros, entre los que se encuentran los señalados en los papeles de Bárcenas, guardaron silencio. Los segundos, por el contrario, se esforzaron en dejar claro que no temen nada porque no deben nada al extesorero. La dirección, con Rajoy a la cabeza, está en un punto intermedio. Nadar y guardar al ropa.

Ya ha hecho todo el daño

La consigna en Génova es que la entrada en prisión no es un salto cualitativo tan importante porque Bárcenas ya ha hecho todo el daño que podía hacer al PP. Admiten el grave deterioro en su imagen, pero creen que, en lo judicial, lo que afecta al partido no irá muy lejos. Y que, por ello, no es necesario ensañarse con Bárcenas, más allá de marcar distancias y dejar claro que está en la cárcel por lo que ha hecho a título personal, no como tesorero. Pero quienes se saben a salvo de cualquier amenaza son mucho más rotundos. Pudo comprobarse ayer en las declaraciones de líderes como el gallego Alberto Núñez Feijoo, la vasca Arantza Quiroga o el extremeño José Antonio Monago. «Que hable lo que tenga que hablar y que diga lo que tenga que decir», señaló este último.

La división en el PP no se da solo entre quienes temen algo y quienes se saben limpios. También entre quienes cuestionan la gestión de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y quienes la respaldan. Muchos dirigentes opinan que fue un error mantener a sueldo a Bárcenas tras estallar el escándalo y que las explicaciones que dio luego para justificarlo fueron improvisadas y chapuceras. Y están dispuestos a exigir su cabeza. Por eso, más allá de las consecuencias judiciales, el caso Bárcenas es ya la mayor amenaza de división en el PP.

.