El letrado se ha declarado este jueves como víctima de una campaña de «acoso y derribo» en la que ha sufrido «calumnias, injurias, desprestigio y degradación»
23 ene 2014 . Actualizado a las 21:24 h.El juez Elpidio José Silva se ha declarado este jueves como víctima de una campaña de «acoso y derribo» en la que ha sufrido «calumnias, injurias, desprestigio y degradación» y ha afirmado que sopesará una oferta para formar parte de las listas de un «gran movimiento contra la corrupción» para las elecciones europeas.
El que fuera instructor del caso Blesa se ha expresado así tras tener conocimiento de que se le ha abierto juicio oral, durante una rueda de prensa en la que ha anunciado que la próxima semana presentará ante el Tribunal Supremo una querella contra el magistrado Jesús Gavilán por prevaricación a la que adjuntará 200.000 firmas de ciudadanos.
En este sentido, Silva ha recordado el precedente de una acción emprendida contra el ex presidente de Gobierno José María Aznar por la Guerra de Irak que contó con 11.000 rúbricas. «Las firmas se han multiplicado por veinte», ha añadido, para poner de relieve la «indignación» que su caso ha provocado en la ciudadanía.
Silva ha tildado de «disparate» el auto de apertura de juicio oral y ha considerado que pone el canon del Derecho «debajo del franquismo», mientras que ha defendido que la corrupción «no puede salir gratis».
A su juicio, el ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa «en ningún momento» dio «una explicación coherente de por qué se llevó por delante Caja Madrid». «Entiendo que el señor Blesa debería estar hoy en día en prisión. Sin ninguna duda», ha sentenciado.
Durante el acto, el abogado Miguel Ángel Jiménez ha propuesto a Silva presentarse a los comicios europeos como miembro de un «gran movimiento ciudadano contra la corrupción», que todavía tiene que fijar su nombre. Una oferta que será analizada por el juez que supedita una posible participación en política a que parta de una agrupación independiente, no un partido político, y haya una petición ciudadana.
«Para dedicarme a la política me tengo que ver tan obligado como para ir a Urgencias de un Hospital», ha dicho Silva, para enfatizar que no ha tomado ninguna decisión y que además «tendría que conocer mejor» la candidatura. «La política es algo muy importante y no lo necesito, no me hace falta», ha dicho.
La apertura de juicio es un «disparate»
Silva se ha declarado «víctima» del funcionamiento «torticero y desviado» de una parte de la Judicatura y de la Fiscalía que tiene como objetivo «atemorizar» a todos los magistrados. Su abogado Gonzalo Boyé ha compartido que se lanza el mensaje de que «ningún juez de España puede abrir causa contra un poderoso» porque su «único camino» será acabar sentado en el banquillo.
Para Silva, la apertura de juicio oral supone un «disparate de tal magnitud» que requiere ser desmontado. De este modo, ha tildado de «barbaridad» que se le atribuya un delito de prevaricación en una causa que sigue viva en los Juzgados de Plaza de Castilla, como es la abierta contra Blesa por compra del Banco de Florida.
Según ha dicho, la Fiscalía tendría que haber actuado antes en caso de que hubiera prevaricado en la instrucción, cosa que no hizo y «permitió» que prosiguiera la tramitación. Ha cuestionado también que se le atribuya un delito de retardo malicioso en la Administración de Justicia teniendo en cuenta la sobrecarga y dilaciones que afectan con carácter general al conjunto de tribunales.
Por otra parte, Silva ha calificado de «coherente» la intención de Bankia de personarse como parte perjudicada por la compra del City National Bank de Florida por parte de Caja Madrid y ha considerado que la competencia del asunto recae en manos de la Audiencia Nacional. «Bankia y los ciudadanos españoles son los grandes perjudicados por la mala gestión bancaria en Caja Madrid», ha añadido.
Silva, que ha recordado que en febrero se publicará su libro La Justicia desahuciada, recoge en su querella que Gavilán le ha condenado «de antemano» en «injustas» y «apresuradas» resoluciones con el objetivo de apartarle de la Carrera Judicial. Su abogado Cándido Conde-Pumpido ha calificado de «histórica» esta querella por su amplio apoyo popular.