Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Cerca de 700 inmigrantes intentan saltar la valla en la frontera de Melilla

Melilla / AGENCIAs

ESPAÑA

La vigilancia de la valla fronteriza es constante.
La vigilancia de la valla fronteriza es constante. < / span>L. Valladolid < / span>efe< / span>

El Gobierno de España participa junto a otros países europeos financiando un programa de retorno voluntario que ya ha ayudado a 4.269 personas desde el 2005

10 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las fuerzas de seguridad marroquíes y la Guardia Civil impidieron ayer que dos grupos de inmigrantes, de 500 y 200 subsaharianos aproximadamente, entraran a Melilla saltando la valla fronteriza por las zonas cercanas a los pasos de Beni Enzar y Barrio Chino, aunque ninguno de ellos llegó a tocar la alambrada. Los dos grupos fueron vistos poco antes de las 7 horas, cuando ya había amanecido, por lo que se activó el protocolo, en el que también participó un helicóptero del instituto armado. Durante más de una hora, las fuerzas auxiliares marroquíes y la Guardia Civil mantuvieron la alerta, hasta que poco después de las ocho los inmigrantes pudieron ser dispersados por los agentes de Marruecos.

Las zonas adonde se dirigían son los puntos en los que se han producido los últimos saltos masivos, el más reciente el pasado 28 de febrero, en el que consiguieron entrar 214 extranjeros.

El ministro del Interior advirtió ayer en una entrevista en el diario Abc de que la inmigración ilegal en Ceuta y Melilla «puede volverse crónica» y consideró por ello que se trata de una «emergencia nacional».

500 dólares por volver a casa

Para tratar de paliar esa situación, el Gobierno de España participa junto a otros países europeos financiando un programa de retorno voluntario que ya ha ayudado a 4.269 personas desde el 2005 y a 158 en lo que va de año. El sistema, básicamente, se fundamenta, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en sufragar el regreso a su casa de estas personas además de una aportación que ronda los 500 dólares «para empezar de nuevo» en su país de origen. En el 2013, España destinó 200.000 euros para este programa.