En una de las grabaciones, los agentes advierten de que hay inmigrantes nadando y piden instrucciones: «¿Los cogemos? No lo sé --contestan en el centro operativo-- por lo menos retenerlos y que no sigan avanzando, que van para Ceuta». La respuesta: «Es imposible, han pasado por detrás de nosotros y o los cogíamos o los dejabamos avanzar».
04 jul 2022 . Actualizado a las 19:09 h.La Guardia Civil lanzó 145 pelotas de goma desde la playa ceutí de El Tarajal y cinco botes de humo al mar el pasado 6 de febrero, cuando fallecieron quince inmigrantes ahogados en aguas marroquíes cuando trataban de acceder a nado a España. Es el material antidisturbios que se empleó ese día, según ha detallado en la comisión de Interior del Congreso el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, que ha aportado vídeos con algunas de las imágenes de ese día, así como diversas comunicaciones entre los agentes.
Martínez ha querido dejar claro que «no hubo ninguna orden imperativa» a los agentes desplegados en la playa de El Tarajal de Ceuta para que evitasen «a toda costa la entrada» de inmigrantes a nado. El número dos de Interior ha asegurado que además de las pelotas de goma lanzadas al agua, que no provocaron lesión alguna en los inmigrantes, ha dicho, se consumieron «botes de ocultación», un artificio que únicamente genera una «nube de humo» y, por tanto, resulta «inocuo». Además, ha añadido que este tipo de material en contacto con el agua se apaga y deja de funcionar.
El secretario de Estado también ha detallado que 56 guardias civiles participaron en el despliegue para evitar la entrada de inmigrantes ese día, entre ellos cuatro buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas, así como un módulo de intervención rápida (MIR) integrado por veinte agentes y todos los efectivos de turno del centro operativo de Ceuta.
Un error al apreciar la profundidad del mar
El secretario de Estado de Seguridad ha atribuido la muerte de 15 subsaharianps a la combinación de varios factores, entre ellos un error de apreciación en la profundidad del agua (2,11 metros) cuando muchos de los inmigrantes no sabían nadar. Según Martínez, los inmigrantes creyeron que la profundidad del agua a la altura de espigón del Tarajal iba a ser similar a la del 17 de septiembre de 2013, cuando 91 inmigrantes pudieron entrar a esa misma hora (en torno a las 7.30 horas) porque la marea estaba baja y la altura del agua era de 1,45 metros. Sin embargo, el día 6 de febrero había a esa hora pleamar y la profundidad de agua era de 2.11 metros, lo que unido a que los inmigrantes en su mayoría no sabían nadar, la entrada en masa y a la carrera, la excitación y el cansancio y la escasa visibilidad, pudo contribuir a la tragedia, según las conclusiones de Interior.
«No se observaron episodios de pánico»
Francisco Martínez ha insistido en que el lanzamiento por la Guardia Civil de pelotas de goma en la tragedia en la que murieron 15 inmigrantes fue con carácter disuasorio y en ningún momento se observaron episodios de pánico en los subsaharianos que estaban en el agua.
Como han reiterado los responsables de Interior en varias ocasiones, el lanzamiento respondió a criterios de proporcionalidad, congruencia y oportunidad que establece la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, fue con carácter disuasorio y en ningún momento se dirigió contra los inmigrantes. «No se observaron episodios de pánico», ha enfatizado el secretario de Estado, quien está explicando en la Comisión de Interior del Congreso los sucesos del pasado 6 de febrero con la proyección de vídeos y audios en los que no se ha escuchado orden alguna sobre el lanzamiento de material antidisturbios. En una de ellas, los agentes advierten de que hay inmigrantes nadando y piden instrucciones: «¿Los cogemos? No lo sé, contestan en el centro operativo, por lo menos retenerlos y que no sigan avanzando, que van para Ceuta». La respuesta: «Es imposible, han pasado por detrás de nosotros y o los cogíamos o los dejabamos avanzar».