Participó en misiones de paz en Afganistán y fue piloto del príncipe

Emiliano MOuzo A CORUÑA / LA VOZ

ESPAÑA

El coruñés Daniel Pena Valiño era el capitán de la aeronave accidentada en aguas canarias

20 abr 2014 . Actualizado a las 13:28 h.

Daniel Pena Valiño, de 36 años, era el capitán del helicóptero que en la noche del miércoles se estrelló en aguas canarias, y su cuerpo aún no fue rescatado del mar. Aunque nació en Vitoria, porque allí se encontraba destinado su padre, también militar, Daniel volvió a A Coruña a vivir, al barrio de los Castros. Siempre quiso ser militar, cuenta alguno de sus amigos.

Pena Valiño estudió en el colegio Calasanz Padres Escolapios, ubicado en la carretera de los Fuertes, cerca del mar de A Coruña y de las baterías militares y de defensa del Monte de San Pedro. Daniel continuó estudios en la base de Ronda, en Málaga, pero ya con la mente puesta en la formación castrense. Finalizada su preparación, fue destinado a Madrid, y participó en varias misiones de paz que el Ejército español realizó en Afganistán. Durante su etapa en la capital de España, el militar coruñés pilotó el helicóptero en el que se desplazaba el príncipe Felipe.

El próximo 7 de mayo, se cumplirá su tercer aniversario de boda con Sonia, hija de un prestigioso traumatólogo de A Coruña. El matrimonio continuó viviendo en Madrid hasta hace algo más de un año, cuando él fue destinado a la base aérea de Gando, en la isla de Gran Canaria. En un fatídico vuelo de instrucción, de rescate en el mar, perdió la vida, «unas operaciones que dominaba a la perfección, no solamente como entreno sino como intervenciones reales», contaron fuentes próximas a la familia de Daniel Pena.

El experto piloto coruñés (más de 1.700 horas de vuelo) «era un auténtico atleta, le gustaba practicar cualquier tipo de deporte, asumir cualquier reto que significase un plus más de esfuerzo; para Dani, eso significaba paz», señalaron varios amigos. De hecho, Daniel Pena Valiño tenía previsto volver a A Coruña para participar en el Hércules XTRM, un triatlón de media distancia que se celebrará el día 24. Dani tenía que nadar 1.900 metros por aguas del mar en Riazor, pedalear en su bicicleta durante unos 90 kilómetros y correr por las calles de la ciudad 21 kilómetros.

Tanto sus padres y su hermano, vecinos de la calle Rey Abdullah, como sus suegros, de Juan Canalejo, viajaron ayer a Canarias.