Ha reafirmado en los últimos tiempos su valor como factor de cohesión de la unidad familiar
02 jun 2014 . Actualizado a las 17:38 h.La reina Sofía recibe la abdicación del rey, con quien lleva casada 52 años, en una etapa marcada por el aumento de su actividad pública y una especial dedicación a la familia.
La reina, que cumplió el pasado 2 de noviembre 75 años, ha intensificado en los últimos años su actividad oficial, sin olvidarse de atender a toda la Familia Real, especialmente ante las intervenciones quirúrgicas del rey.
Tras 52 años casada con el Monarca, ocupa un papel relevante, acompañando a don Juan Carlos en aquellos actos institucionales que lo requieren, o bien en solitario.
Solidaria ante dramas cotidianos y grandes tragedias humanitarias, la reina ha reafirmado en los últimos tiempos su valor como factor de cohesión para hacer visible la unidad de su familia ante las adversidades. La dedicación a la familia ha sido siempre una de sus grandes pasiones.
Primogénita del rey Pablo de Grecia, el 14 de mayo de 1962 contrajo matrimonio en Atenas con Don Juan Carlos. De esta unión han nacido tres hijos, las infantas Elena (1963) y Cristina (1965) y don Felipe, en 1968, que desde 1977 es Príncipe de Asturias.
En los últimos tiempos Doña Sofía ha mostrado su cercanía hacia su hija pequeña, la infanta Cristina. Tras la imputación de Iñaki Urdangarin en el caso Nóos y el viaje del rey a Botsuana, doña Sofía se esforzó, en ejercicio de su condición de madre y abuela, en propiciar ocasiones para mostrar públicamente esa imagen.
Asimismo destaca su incansable papel como defensora de las entidades dedicadas a la solidaridad, así como de la promoción de la cultura.
Ha recorrido 34 países en 17 años y su principal compromiso se centra en la Fundación reina Sofía, entidad que preside desde 1977 con una actividad que crece cada año.
Durante los últimos 20 años, al frente de la Fundación reina Sofía, ha promovido proyectos educativos, sanitarios y humanitarios para ayudar a niños, mayores, inmigrantes y discapacitados en Iberoamérica, África y Oriente Próximo, pero también en España, donde, en los últimos años, ha ofrecido un creciente apoyo a los más desfavorecidos por la crisis económica.
El pasado año viajó a Mozambique para un asunto de cooperación, a Lisboa a una conferencia internacional sobre niños desaparecidos y explotados sexualmente y a Nueva York para recibir el Premio Roosevelt.
Doña Sofía tuvo que vivir en el exilio siendo muy pequeña, durante cinco años (1941 a 1946) y conoció en 1954 al rey durante un crucero por las islas griegas con otros miembros de la realeza europea.
El compromiso de matrimonio se anunció el 12 de septiembre de 1961 y la boda se celebró en Atenas el 14 de mayo de 1962 por los ritos ortodoxo y católico.