El montañero coruñés y su rescatador se salvaron al soltarse del helicóptero

E. Silveira, G. Lemos LA VOZ

ESPAÑA

Atlas TV

Tres guardias civiles que iban en el aparato murieron en un pico de León

25 ago 2014 . Actualizado a las 23:00 h.

Con sus 2.155 metros, el pico leonés de La Polinosa impone respeto hasta a los montañeros más experimentados, que recelan de unas condiciones meteorológicas muy variables. Un temor que ayer se convirtió en tragedia, después de que la hélice de un helicóptero de la Guardia Civil que participaba en un dispositivo de rescate chocase contra una de las paredes del pico, lo que provocó la caída del aparato y la muerte de tres de sus cuatro tripulantes. Se trata de los dos pilotos de la aeronave, el capitán Emilio Pérez Peláez (55 años) y el teniente Marcos Antonio Benito Rodríguez (48), y el agente José Martínez Conejo (49), miembro del Grupo de Rescate Especial de Intervención de Montaña (Greim).

Los tres, junto a un segundo rescatador, el sargento Enrique Ferrero, llegaron al lugar, en el municipio leonés de Maraña, poco antes de las nueve de la mañana, para evacuar al montañero gallego Damián Ramos, de 29 años y vecino de A Coruña, que poco antes del amanecer había caído por un terraplén mientras participaba en la XIII Raid Picos de Europa, una prueba deportiva por equipos muy exigente, que dura 24 horas y en la que se mezclan diferentes disciplinas. El joven se lesionó en un tobillo y, al encontrarse en un lugar inaccesible, sus compañeros avisaron a los servicios de emergencias para que lo trasladasen a un hospital.

El sargento Ferrero había conseguido inmovilizar ya al montañero en una camilla y comenzaba el ascenso al helicóptero cuando las aspas de la aeronave dieron contra la roca y desestabilizaron el aparato, que cayó ladera abajo y acabó en llamas, muriendo los tres agentes que estaban en su interior. Sin embargo, el rescatador consiguió salvar su vida y la del herido, al desengancharse de la cuerda que los subía al helicóptero y evitar que este los arrastrase en su caída.

No quiso ser evacuado

Desde entonces, el dispositivo se concentró en localizar los cuerpos de los tres agentes fallecidos, tareas que se prolongaron hasta la hora de comer y en las que participó de forma activa el sargento Ferrero, que se negó a ser evacuado para ayudar en el rescate de sus compañeros, un acto por el que fue felicitado posteriormente por el rey Felipe VI, que lo telefoneó durante la tarde para expresarle sus condolencias y agradecerle su trabajo, según informó Diario de León.

Quien sí tuvo que ser trasladado fue el montañero, evacuado al Hospital de Arriondas, en Asturias, donde se le diagnosticó una fractura abierta de tibia. Aunque las heridas no eran solo físicas, ya que se encuentra muy afectado psicológicamente. De hecho, Alberto Taboada, uno de sus compañeros del equipo Buff Adventure Addicts, tuvo que ser ingresado también en estado de shock, ya que tanto él como Javier, el tercer integrante del grupo, permanecieron en todo momento junto a Damián.

Los cuerpos de los tres guardias civiles fallecidos fueron recuperados y trasladados al centro de coordinación habilitado en Maraña, para luego partir al instituto de medicina legal de León. Tanto a ellos como al agente superviviente les impondrán esta tarde la Medalla al Mérito de la Guardia Civil y la Cruz de Oro de Protección Civil, ambas con distintivo rojo, según anunció ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que se desplazó al lugar para coordinar el rescate y que descartó que hubiese causas meteorológicas tras el accidente.