El Corte Inglés pierde a su patrón

Mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del gigante de la distribución, Isidoro Álvarez, falleció ayer a los 79 años

15 sep 2014 . Actualizado a las 18:56 h.

En agosto presidió (sin saberlo) su última junta. Isidoro Álvarez les dijo entonces a los accionistas de que las cosas empezaban a ir mejor. El Corte Inglés había cerrado el año con un beneficio de 174,3 millones de euros. Y, pese a que la facturación siguió cayendo un año más, por primera vez desde que comenzara la crisis, la compañía había logrado aumentar sus ganancias.

Y en esa mejora algo había tenido que ver la venta del 51 % de su financiera al Santander. Un acuerdo alcanzado entre los dos presidentes, que ninguno verá ya fructificar. Emilio Botín murió el miércoles, el mismo día que Isidoro Álvarez ingresaba en un hospital madrileño aquejado de una insuficiencia respiratoria que acabó derivando en una crisis cardíaca de la que ya no se recuperaría. El empresario falleció a primera hora de la tarde de ayer en la madrileña clínica Puerta de Hierro. Tenía 79 años. Los mismos que contaba Botín.

Su muerte deja a El Corte Inglés huérfano de su gran patriarca. Isidoro Álvarez había llegado a la cadena de grandes almacenes de la mano de su tío Ramón Areces, siendo apenas un niño (tenía 18 años). Y en 1989, tras la muerte de este, asumió las riendas de la compañía.

Se convertía así en el tercer presidente al frente de la empresa familiar. Con su gestión, multiplicó el legado que había recibido: impulsó la expansión de la compañía y la diversificación del negocio en hipermercados, agencias de viaje, compañías de seguros y servicios tecnológicos. Y también marcó un antes y un después en la historia de El Corte Inglés con la compra, en 1995, de Galerías Preciados, el rival de toda la vida.

La sucesión, atada

Durante años, Álvarez llevó el timón del gigante en solitario. Pero, a principios del 2013 las cosas empezaron a cambiar. Entonces, decidió apoyarse en un número dos. El elegido fue su sobrino Dimas Gimeno que, tras una década trabajando en la empresa familiar, fue nombrado director general. No fue este el único movimiento de ficha del empresario. En julio pasado reforzó el equipo directivo con la incorporación de Manuel Pizarro, expresidente de Endesa e Ibercaja, entre otras cosas, como adjunto a la presidencia. La de Pizarro, ahora también en el consejo de administración de la empresa, fue una apuesta personal de Álvarez, quien quería contar con una figura de referencia con la que reforzar el área financiera del grupo, una vez culminada la refinanciación de deuda y abierta la puerta de nuevas vías de financiación con la apelación a los mercados, tras cerrar en el 2013 la primera emisión de bonos de su historia (600 millones). Hasta entonces, El Corte Inglés siempre había crecido con fondos propios.

De Manuel Pizarro, fundamentalmente, será la tarea de llevar a buen puerto uno de los objetivos que el gigante de la distribución se ha propuesto: retomar la expansión internacional. Los planes ya están sobre la mesa. Su realización, a medio plazo

Figuras clave

Tanto Gimeno como Pizarro serán figuras clave en el futuro del grupo. Este comenzará a aclarase en los próximos días, cuando el consejo de administración dé a conocer el nombre de su nuevo presidente.

La capilla ardiente con los restos mortales de Isidoro Álvarez quedó instalada en la tarde-noche de ayer en la Fundación Ramón Areces de Madrid. Hoy seguirá abierta, entre las 10.00 y las 14.00 horas.