Pedro Sánchez rechaza que el PSOE se coaligue con el PP para cerrar el paso a Podemos
ESPAÑA
Solo aceptaría acuerdos sectoriales en asuntos como la reforma constitucional
04 nov 2014 . Actualizado a las 09:00 h.No a la gran coalición, pero sí a acuerdos y pactos concretos con el PP. Ese es el mensaje que ayer transmitió desde Alicante el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su intervención en el Congreso Nacional de Empresa Familiar. «Rechazo un acuerdo global con el PP, pero reivindico una política de pactos», aseguró el líder de la oposición. Un aviso que llega poco después de que una encuesta sitúe al parecer a Podemos como el partido más votado si se celebrasen ahora elecciones generales. La idea del acuerdo entre los dos grandes partidos para cerrar el paso a la organización de Pablo Iglesias tiene más partidarios en el PP que en el PSOE, pero entre los socialistas también hay quienes no ven mal esa alternativa.
Sánchez tendió la mano a los populares, pero para alcanzar acuerdos sectoriales en educación, política energética y también para reformar la Constitución. El secretario general socialista sostuvo que para «regenerar la vida democrática» es necesario, entre otros aspectos, reformar la Constitución para reducir el número de aforados y limitar la presidencia del Gobierno a dos mandatos. Cambios que requieren indiscutiblemente la participación del PP.
De cara al futuro y ante la más que probable fragmentación del Parlamento tras las elecciones generales, Sánchez volvió a reivindicar la necesidad de interlocución con el PP, pero sin un acuerdo global de legislatura. «Más allá de la gran coalición [con el PP] que no comparto, es fundamental que los dos grandes partidos lleguen a acuerdos en ámbitos importantes», señaló.
Sánchez se mostró optimista de cara a que su partido remonte en las generales a pesar del auge de Podemos. En este sentido, consideró que los sondeos muestran un «desgaste del partido del Gobierno» y una tendencia al alza del PSOE. «Hemos frenado el golpe que venía sufriendo el partido y hemos empezado a recuperar votos», explicó. En su opinión, es necesario construir una «alternativa de izquierdas que mire al centro» para recuperar la confianza de los ciudadanos.
Guiños electorales
Las excelentes perspectivas electorales que las encuestas otorgan a Podemos ha convertido a esta formación en foco de atracción del resto. Si hasta hace solo unas semanas las diferentes fuerzas políticas, casi sin excepción, calificaban a Podemos de «populista» o criticaban su carencia de un programa creíble, ahora no dudan en afirmar que valorarían alcanzar pactos. El domingo, el presidente extremeño, el popular José Antonio Monago, ya apuntó que no tendría ningún reparo en pactar con Podemos como ya lo ha hecho von Izquierda Unida a lo largo de la presente legislatura. La dirección del PP no comparte esa opción.
Rosa Díez fue otra de los líderes que lanzó un guiño a Podemos. La portavoz de UPyD afirmó que el objetivo de su partido es participar en un «pacto para echar a los corruptos», un fin en el que, añadió, puede converger con la formación de Pablo Iglesias. En esta línea, Díez destacó que no ve a Podemos como «adversario político» porque UPyD lucha por la «desaparición del bipartidismo». Sí matizó en cambio que la formación que lidera Pablo Iglesias es populista porque lanza propuestas que luego no explica cómo va a hacer realidad.
«Serio, creíble y solvente»
Pero ayer quien más énfasis puso en resaltar los puntos en común fue Cayo Lara. El coordinador federal de IU manifestó su disposición a pactar con Podemos siempre y cuando el acuerdo se sustente sobre un proyecto «serio, creíble y solvente», ya que será lo que exijan los ciudadanos al día siguiente de las elecciones.
Desde Podemos no se ha respondido hasta el momento a estos cantos de sirena de otros partidos. Según marcan sus principios organizativos, cualquier pacto deberá ser refrendado por una votación abierta a los más de 210.000 inscritos.