La detención del Pequeño Nicolás saca a la luz un CNI en la policía

Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El pequeño Nicolás, con la enfermera Teresa Romero, volvió a contar su historia en televisión.
El pequeño Nicolás, con la enfermera Teresa Romero, volvió a contar su historia en televisión. telecinco< / span>

La unidad que debía cazar agentes corruptos capta a expertos en corrupción

01 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Asuntos Internos siempre ha sido uno de los departamentos más opacos de la Policía, pero desde el 2012 la situación se ha vuelto realmente extraña. Esta división ha pasado a ser casi secreta porque parte de sus agentes han sido destinados al «pequeño CNI» o la «CIA de Cosidó», los apodos con los que se conoce a la misteriosa y nueva Unidad de Planificación Estratégica y Coordinación (Upec), un órgano creado por el director general, Ignacio Cosidó, al poco de llegar al puesto y que debiera dedicarse al análisis, pero que en realidad, según todas las fuentes consultadas, trabaja en labores muy parecidas a las del Centro Nacional de Inteligencia, del que casi se ha convertido en un alter ego.

Las últimas pistas conocidas de mandos y agentes de Asuntos Internos que están bajo el mismo mando que la Upec, el del subdirector del cuerpo, Eugenio Pino, les situaban en Cataluña.... y nada que ver con investigaciones de policías corruptos, sino con casos de corrupción política.

A pesar del secretismo que envuelve a Asuntos Internos desde hace dos años -Interior ni siquiera facilita desde entonces el catálogo de los puestos de trabajo en la unidad que en el 2012 estaba compuesta por 160 funcionarios-, los policías que debían dedicarse a cazar a compañeros podridos han saltado muy a su pesar a la primera página de los periódicos a cuenta de una operación totalmente ajena a policías corruptos, la extraña detención del Pequeño Nicolás el pasado octubre. Francisco Nicolás Gómez Iglesias no es funcionario y su captura por efectivos de Asuntos Internos provocó la pasada semana un alud de explicaciones, no siempre del todo convincentes. El ministro del Interior, Jorge Fernández, afirmó que intervino esta unidad porque el Pequeño Nicolás hacía declaraciones «manifiestamente falsas y que tenían que ver con altas instituciones y la seguridad del Estado».

Cosidó, a su vez, justificó la actuación de Asuntos Internos en este caso porque Gómez se hacía pasar «por miembro de los servicios de Seguridad del Estado».

Solo horas después, portavoces de Interior aseguraron que Asuntos Internos detuvo al supuesto farsante porque desde el principio se hizo cargo de la investigación ante el temor de que hubiera policías involucrados, cuando, sin embargo, fue el propio titular de Interior el que dijo que fue el CNI y la Moncloa los que alertaron a la Policía de las andanzas del presunto estafador.

Un supuesto tasado

Todo indica que fueron los servicios secretos los que pidieron a sus alter ego policiales de la Upec que detuvieran a Gómez y la unidad tuvo que tirar de sus agentes de calle, que eran de Asuntos Internos. Sea como fuere, a Asuntos Internos exclusivamente «le corresponde investigar y perseguir las conductas funcionariales constitutivas de infracciones penales y aquellas otras contrarias a la ética profesional de los miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de los funcionarios destinados en el centro directivo». Un supuesto muy tasado en el que no cabría el Pequeño Nicolás.