El presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, dice solo presentó empresarios al joven
05 dic 2014 . Actualizado a las 20:33 h.La Secretaría de Estado de Comercio ha salido al paso de una información que publica hoy el diario El Mundo basada en una serie de supuestos «whatsapp» en la que se dice que Jaime García-Legaz recibía a quien le pedía Francisco Nicolás y que hizo gestiones a instancias de éste.
En un comunicado, Comercio señala que «es rotundamente falso» que el secretario de Estado realizara gestión alguna para que «le fueran otorgados créditos a ninguna empresa, ni con el Banco Sabadell ni con ningún otro banco». El diario señala que de uno de los mensajes se desprende que Legaz medió ante el Banco Sabadell para salvar la empresa de un amigo de Nicolás, lo que según Comercio es falso, ya que «las propias comunicaciones acreditan que se dice que es la empresa la que debe ponerse directamente en contacto con el banco».
Niega también Comercio que el secretario de Estado realizara gestión alguna con empresarios mexicanos para la adquisición de un centro comercial en Madrid y señala que «lo que se hace es solicitar información para contrastar la seriedad del proyecto de inversión».
Según El Mundo, en uno de los whatsapp el «pequeño Nicolás» le pide a García-Legaz que dé apoyo institucional a una compañía española interesada en construir un hotel en África.
Comercio aclara que la solicitud formal de la reunión para un proyecto en Guinea Conakry la realiza personalmente el presidente de African Ventures, Eissame Halabi-Ahma, para explicar un proyecto de inversión en términos genéricos. «Se le pide ampliar detalles del proyecto en reunión ad hoc en el Ministerio de Economía y Competitividad por su posible interés para empresas españolas. La reunión tiene lugar en el Ministerio de Economía y Competitividad y asisten funcionarios del mismo», puntualiza Comercio.
Esta Secretaría de Estado concluye que es también falso que Francisco Nicolás Gómez Iglesias participara en ninguna de estas reuniones de trabajo en el Ministerio de Economía y Competitividad.
Arturo Fernández solo le presentó empresarios
El presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, ha dicho hoy que presentó «a muchos empresarios» al «pequeño Nicolás» pero que ni el joven le pidió nada, aparte de fotos, ni él le pidió nada tampoco.
En declaraciones a los periodistas en la recepción que la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno han ofrecido con motivo del XXXVI aniversario de la Constitución, el presidente de la CEIM se ha referido al Francisco Nicolás Gómez Iglesias que él conoció, ahora investigado por supuestos delitos de falsedad, estafa y usurpación de identidad, como «un chico de 20 años con algo más que fantasías».
Según ha dicho, Nicolás era «un joven con muchas ganas de hacer cosas», que «daba consejos a todos» y que «decía que podía traer inversores».
Tras definirse a sí mismo con «uno más de la lista» de las personas con las que Nicolás se hizo fotos, que fue «con todo el mundo», ha indicado que le atendió «como a todo el mundo».
Era «un joven estudiante que quería aprender de los empresarios y yo le he presentado a muchos», ha reconocido Fernández, que ha explicado: «los jóvenes de su edad que son estudiantes y que quieren hacer una carrera con empresarios, naturalmente que otro empresario, como yo, estamos obligados a que a los jóvenes les presentemos a gente para que sepan lo que son los negocios». Aparte ha comentado que él es «un hombre muy abierto» y que, por su carácter, él presenta «a todo el mundo».
Sin embargo, ha subrayado que «nunca» le engañó Nicolás en el sentido de pedirle «nada», ni a su vez él le pidió nada al joven. «Dijo que iba a traer inversiones, que quería aprender de lo que hacemos los empresarios y por eso le atendí como atiendo a todo el mundo, simplemente», ha insistido.
Arturo Fernández, que ha asegurado que dejó de ver al pequeño Nicolás en el mes de abril pasado, ha manifestado que en este caso «no hay mucho más» sino «mucha fantasía alrededor». «Principalmente hay mucha historia, 20 % de verdad y el resto mucha lucubración», ha señalado, aunque «parece que la trascendencia es importante porque ha tocado muchos puntos que son conflictivos».