Monedero aporta la factura de sus consultorías y niega la financiación ilegal

La Voz LA VOZ | AGENCIAS

ESPAÑA

El número tres de Podemos denunciará al ministro Montoro por un posible delito de vulneración de secretos

21 feb 2015 . Actualizado a las 12:58 h.

Con algo más de una hora de retraso, Juan Carlos Monedero comenzó su comparecencia pública pidiendo disculpas por una tardanza «ajena a cualquier responsabilidad nuestra». El secretario de Programa y Proceso Constituyente de Podemos ha tratado de arrojar algo de luz sobre las dudas en la tributación por sus trabajos de asesoría para Venezuela y Bolivia en el Banco del Alba en el año 2013, por los que facturó 425.000 euros a través de su empresa Caja de Resistencia Motiva2.

Escoltado en su entrada por Iñigo Errejón y Pablo Iglesias, Monedero ha negado cualquier irregularidad en su tributación, así como en la financiación del partido. «No ha habido ni un euro de financiación a Podemos. Ni un euro», aseguró. 

El número tres de Podemos ha anunciado que durante la mañana del viernes ha puesto en conocimiento de la Agencia de Protección del Estado y la Fiscalía las declaraciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por su tributación por si existiera un delito de revelación de secretos. «Hemos presentado dos denuncias ante el Ministerio Fiscal y la Agencia de Protección de datos», explicó Monedero.

Durante la rueda de prensa ha desmentido todas las informaciones publicadas sobre su trayectoria profesional y ha arremetido duramente contra Montoro y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por la «caza de brujas» a la que ha sido sometido en el último mes. «Estamos pagando un precio muy alto por querer cambiar este país», afirmó. 

«Ha sido un mes muy intenso, en donde el régimen del 78 ha dirigido todas sus baterías contra mí. En verdad yo no soy tan importante». A su modo de ver, la fuerza de estos ataques «responden al miedo de los que han mandado en España durante tanto tiempo». Y agradeció los apoyos recibidos durante esta época, un período que ha dedicado a «recuperar información para desmontar todas las mentiras».

Monedero, que aseguró que en Podemos no ha le han pedido dimitir, ya había pedido disculpas la semana pasada «por haber tardado tanto» en ponerse al día con sus obligaciones fiscales mediante una declaración complementaria de 200.000 euros para evitar una sanción, ya que en primer momento tributó este dinero mediante el impuesto de sociedades (a un tipo del 20 %) y no a través del IRPF (52 %). Y este viernes ha vuelto a pedir disculpas, pero en esta ocasión por el retraso, casi un mes, en salir a la palestra para dar explicaciones que «muchos simpatizantes de Podemos las han estado esperando». 

La factura de 425.000 euros

Un retraso que ha tratado de justificar con la «exhaustividad» que merecían las explicaciones, por problemas burocráticos y «por la corrección de exámenes». «El primer día yo salí a dar cuenta de esto, pero luego me vi obligado a buscar más información», admitió Monedero.

En el documento mostrado, una factura de 425.000 euros destinada al Banco del ALBA, figura el nombre de la empresa en el encabezamiento y su NIF. Como concepto, consta la expresión «Honorarios de confección de estudio comparativo de los ámbitos financieros de los países del ALBA y análisis de las bases de armonización jurídico-financiera, implementación y asesoría puntual sobre el proyecto hasta el 31 de diciembre del 2014». La operación no está sujeta a IVA.

Eso sí, Monedero avisó de que para algunos documentos tenía que pedir permiso a los organismos que le contrataron ya que estos trabajos tiene una clausula de confidencialidad. Ha aportado además un informe fiscal realizado por un despacho de abogados, que concluye que el resultado las dos opciones de tributar -por IRPF o por el impuesto de sociedades- arrojan un resultado económico muy similar en el pago de impuestos y un estudio jurídico que asegura que estaba exento de solicitar la compatibilidad a la Universidad Complutense, donde imparte clases. 

«Ni en jaguars ni en palacios en Pedralbes»

Tras recitar una buena parte de su currículo profesional, Monedero ha explicado que «le solicitan informes y consultoría sobre lo que constituye mi trabajo en los últimos 25 años». Y volvió a sostener con contundencia que «la declaración voluntaria complementaria no busca subsanar ninguna regularidad, porque no la hay, busca subsanar cualquier interpretación interesada. Ninguno estamos libres de equivocarnos, y yo tampoco, pero en este caso no ha lugar». El número 3 de Podemos reveló que su asesor económico le dijo que lo que estaba haciendo era correcto, pero que Hacienda podía discutirlo, «porque puede discutir casi cualquier cosa».Y es entonces cuando decido hacer la declaración voluntaria».

Monedero insistió que, a pesar de los ataques, el dinero que había ganado no lo había gastado «ni es jaguars ni en palacios en Pedralbes», sino en un proyecto comunicativo para Podemos «del que estoy orgulloso». «Me han acusado de ser como los miembros de la casta», afirmó. 

No ha querido hablar ni de Juana Chaos ni de Leopoldo López

Preguntado por si se arrepiente de haber trabajado con el gobierno de Venezuela, Monedero ha existido de que «no existía relación laboral, era un trabajo de consultoría. Ahora no hay relación con ellos». «Tanto para Venezuela como para España, pido respeto al Estado de Derecho y que las leyes se cumplan para dar el resultado que sea», admitió el número tres de Podemos que emplazó a los periodistas para otra ocasión para tratar temas como la extradición de Juana Chaos o la detención de Leopoldo López ya que prefería «circunscribir esta rueda de prensa a estas acusaciones contra mí».

Sobre los supuestos 500.000 euros que tendría en un fondo de inversión, Monedero ha negado esta información y ha insistido que tampoco tienen Sicavs que considera que «es más, creo que las SICAV deberían estar prohibidas». 

Para terminar, Monedero ha recordado que les queda un año muy duro por delante «para mí, para mis compañeros y para todos los que quieren cambiar este país». Sin embargo, y a pesar de las dificultades, tras la marcha del 31 de enero, el número tres de Podemos ha admitido que le ha quedado que ahora «pueden atacar a la gente conocida de Podemos, pero no a todo el pueblo». «No quiero ser un profesional de la política y menos, de la vieja política. Nos vamos a ver en las calles», finalizó.