Los partidos se lanzan en Andalucía a por el voto indeciso para evitar pactos

cecilia cuerdo SEVILLA / COLPISA

ESPAÑA

Un 40 % de los electores no saben en el ecuador de la campaña a quién apoyar

15 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las peticiones de voto útil, de cambio y de mayoría estable centran, por encima de las propuestas, la campaña electoral de Andalucía, que alcanza este fin de semana su ecuador. Los sondeos hablan de una fragmentación insólita en el Parlamento autonómico y la dificultad para gobernar en solitario tras la consolidación de Podemos y Ciudadanos. El objetivo de los partidos tradicionales es no solo contener la huida de descontentos, sino además atraer a esa bolsa de hasta un 40 % de indecisos, según el barómetro del CIS.

Las campañas ya no son lo que eran. Al menos en Andalucía. Atrás quedan los grandes mítines, los multitudinarios actos donde los asistentes con bocadillo y autobús se contaban por miles. Y es que, sobre todo, está habiendo mucha calle. Los ciudadanos han podido ver a los líderes sin distinción pasear por su pueblo, acunar bebés -una escena que se ha repetido hasta la saciedad con una embarazada Susana Díaz (PSOE)-, entrar hasta sus cocinas o trabajo, meterse en faena en el mercado o la lonja. Cualquier abrazo es poco para que no se escape un voto.

El peso del electorado andaluz es rural y el PSOE ha centrado su campaña en sus núcleos más fieles, rurales y de menos de 20.000 habitantes, de Sevilla, Málaga y Cádiz, en una estrategia que parece encaminada más a consolidar a sus votantes tradicionales para evitar la marcha a Podemos que a conseguir nuevos apoyos. Sus únicas concesiones han sido con Almería. En su capital inició la campaña y, el pasado viernes, ya en el ecuador de la contienda, los almerienses pudieron ver uno de los dos duetos que protagonizará Díaz con su secretario general, Pedro Sánchez. Se trata de una provincia que se siente maltratada por la Junta y donde radica un menor sentimiento andaluz. Aporta 12 escaños y la mayoría se han ido desde el 2008 al PP. En el 2012, los populares adelantaron en tres diputados al PSOE.

En Málaga y Cádiz también confían en dar la vuelta a un resultado que en 2012 les fue adverso. Según las encuestas, el PSOE será la lista más votada pese a que obtenga sus peores resultados desde el inicio de la autonomía. Díaz, con una campaña muy personalista, aspira a mejorar o mantener los 47 diputados actuales, pero los sondeos apuntan a que necesitará apoyos para gobernar. Si no ya en coalición, sí para asegurarse la Presidencia de la Junta y jugar a pactos puntuales. El Gobierno en minoría podría valer al menos el primer año, porque los presupuestos del 2015 podrían prorrogarlos.

Vuelve Anguita

En el PP, donde los sondeos auguran una debacle, están más animados desde el debate del pasado lunes con PSOE e IU tras ver cómo su líder, Juan Manuel Moreno, llegó a incomodar a Díaz. Apuntan que consiguieron convencer a parte de su electorado insatisfecho. Moreno Bonilla patea sus feudos populares en las grandes ciudades y núcleos urbanos del litoral y asiste a todo programa de televisión al que le invitan. Incluso se adentra en territorio de una IU en horas bajas, que ha logrado recuperar a Julio Anguita para dar esta semana un mitin en Málaga, después de 15 años alejado de la primera línea. No obstante, la gran apuesta popular es Mariano Rajoy, que este fin de semana completará su séptimo acto en Andalucía y que el viernes cerrará la campaña.

El resto de partidos también han concentrado sus esfuerzos en esta recta final. Pablo Iglesias desembarcó ayer en Málaga y todavía protagonizará algún acto con la candidata Teresa Rodríguez antes del, esperan, multitudinario cierre de campaña en el velódromo de Dos Hermanas. La caravana se está pateando las capitales, grandes ciudades y municipios de tamaño medio, incluidos los rurales como Úbeda.

Por su parte, Ciudadanos aspira a convertirse en llave de gobierno, después de que Díaz haya asegurado tajantemente que no pactará con Podemos ni PP. Su campaña se ha centrado en pequeños actos,