El exdirector del CNI en el 11M afirma que Aznar le «manipuló y engañó»

Alfonso Torices MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El expresidente intentó que el mayor atentado de la historia de España fuera una baza para que el PP ganara las elecciones generales

01 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Jorge Dezcallar, el civil que dirigía el 11 de marzo del 2004 el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ha decidido romper su silencio de once años después de aquellos atentados del terrorismo islamista que causaron en Madrid 191 muertos y 1.841 heridos. En un libro de memorias titulado Valió la pena y de próxima aparición, denuncia que el Gobierno de José María Aznar le «marginó, manipuló y engañó» en los días siguientes a la masacre de los cuatro trenes en un intento de que el mayor atentado de la historia de España fuera una baza para que el PP ganara las elecciones generales de tres días después.

Dezcallar dedica 50 páginas de la publicación a repasar sus vivencias del mes largo que pasó entre la masacre y su cese al frente del CNI ordenado por el socialista José Luis Rodríguez. Su conclusión es que Aznar y los máximos responsables de Interior, con Ángel Acebes a la cabeza, realizaron «una gestión puramente partidista del atentado». Que mantuvieron viva hasta el mismo 14 de marzo del 2004, fecha de las elecciones, la tesis principal de la autoría de ETA, pese «a no haber ninguna duda» desde el día anterior de que se trataba de un crimen yihadista, porque creían que era la forma de revalidar su mayoría absoluta. «El Ejecutivo actuó en beneficio propio, trato el asunto como un problema de partido, por encima del interés de Estado», señala en el capítulo 9, titulado Madrugada sangrienta.

El entonces jefe del espionaje comienza por reconocer que, «no vimos venir el atentado» y también que el CNI, «como todos», se decantó en la mañana y la tarde del día de la masacre por atribuir a ETA el atentado, especialmente porque una primera información errónea de la Policía apuntaba a que el explosivo utilizado era Tytadine, el habitual de la banda terrorista. Pero la tesis islamista, explica el exdiplomático, coge fuerza ya desde la tarde y noche del día 11, con la aparición de la furgoneta con una cinta de rezos coránicos y una reivindicación de Al Qaida. Dezcallar subraya que esa nueva hipótesis gana enteros «minuto a minuto» al día siguiente, tras saberse que el explosivo no es Titadine sino goma-2 ECO, y se confirma del todo el 13, la víspera electoral.