Pablo Iglesias abandona su escaño en Europa para centrarse en el 20D

Cristina Porteiro
Cristina porteiro BRUSELAS | CORRESPONSAL

ESPAÑA

PATRICK HERTZOG / AFP

Podemos ya solo conserva uno de los eurodiputados electos originalmente en junio del 2014

28 oct 2015 . Actualizado a las 01:29 h.

«Me vuelvo a mi país para evitar que haya gente como ustedes en el Gobierno». La despedida en forma de portazo del líder de Podemos, Pablo Iglesias, retumbó ayer en el hemiciclo del Parlamento Europeo. Se fue como llegó, rodeado de polémica y lanzando críticas en todas direcciones. Socialdemócratas, conservadores, liberales y ultraderechistas fueron espoleados en su último discurso ante la Cámara. Cargó contra la «maldita coalición» de los partidos tradicionales, a los que volvió a culpar de la «miseria» y la «indignidad» en la que viven millones de europeos y refugiados.

La experiencia de estos 15 meses rodeado de la que él califica como «casta» política europea le ha servido para preparar su anunciado «asalto» a los cielos. Iglesias quiere concentrar todos sus esfuerzos en la campaña electoral: «El Parlamento Europeo ha sido como una escuela para prepararnos para gobernar España», aseguró ayer a la salida del pleno en Luxemburgo. A escasos dos meses de las elecciones, los sondeos no le son nada favorables. La intención de voto sitúa a su formación por detrás de populares, socialistas y de Ciudadanos. «Podemos ha sido un tsunami, ha cambiado la realidad española sin haber ganado elecciones», trató de defenderse. A modo de recordatorio, hizo un pequeño recorrido por el mapa político municipal en España, legado de las últimas elecciones en las que pudieron hacerse con la batuta de los Ayuntamientos de ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cádiz y A Coruña.

Iglesias elude hablar de porcentajes de voto, confía en la victoria: «Ganaremos las elecciones generales», manifestó antes de asegurar que España se adentra en «un ciclo largo (...) Creo que se abre una nueva Transición». Con la mente puesta en la posible apertura de un proceso constituyente en España, el líder de Podemos anticipa la que será la postura de su partido. «No habrá pactos» a la antigua usanza, sino «garantías para lo que ya es un acuerdo entre los ciudadanos».

Al menos, cinco, son las prioridades que su formación pone sobre la mesa. La mejora de los mecanismos democráticos, de la justicia, el blindaje de los derechos sociales, el coto a la corrupción y la resolución de problemas territoriales con política, «no con policías o jueces».