España se convierte en la principal ruta de yihadistas hacia el Estado Islámico

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La mayoría de las detenciones contra yihadistas en España han sido por pertenecer a redes de captación.
La mayoría de las detenciones contra yihadistas en España han sido por pertenecer a redes de captación. efe

Los informes de Inteligencia revelan que la presión en Turquía hace que el EI busque alternativas

02 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Decenas de yihadistas europeos han pasado en el último medio año por España en su viaje a Siria e Irak y otras zonas de África bajo el control del Estado Islámico. Informes de los servicios de inteligencia vienen advirtiendo en las últimas semanas de que las carreteras del este de la península ibérica se han convertido ya en la principal vía usada por los muyahidines procedentes del centro y norte de Europa que pretenden unirse al Estado Islámico. La vía española -explican esos informes- ya sobrepasa con mucho la ruta hacia Turquía, que tradicionalmente habían usado los terroristas que se incorporaban a las filas de Abu Bakr al-Baghdadi.

Un informe de la Asesoría de Inteligencia y Consultoría de Seguridad (AICS), especializada en el seguimiento yihadista, confirma que la vía española está en pleno auge. Ese documento, fechado el pasado 26 de abril, detalla que la ruta hasta Turquía «fue muy activa hace un año», principalmente por «la baja presión en los pasos fronterizos». Sin embargo, ahora ha caído en desuso, ya que después de los atentados de París de noviembre, Turquía y el resto de países del Este por los que discurría han reforzado la seguridad. Como si fuesen vasos comunicantes -explican responsables de la seguridad del Estado- la bajada del flujo hacia Turquía ha provocado el aumento de pasos terrestres a través de la Península Ibérica.

«La segunda ruta, ahora más en uso, se ejecuta a lo largo de España hasta el norte de África, por donde transcurre desde la frontera con Argelia, norte de Mali, sur de Libia y Egipto», explica AICS. «Para los islamistas esta ruta es mucho más cómoda en términos de seguridad, ya que el norte de África es una región más o menos controlada por grupos afiliados», sostiene el informe, que apunta que el «único momento crítico» para los yihadistas es el paso por España. «Sin embargo, incluso en este país, se considera que los islamistas tienen una red logística bien establecida».

Los análisis de AICS recuerdan que la mayor de los golpes en España al Daesh han sido contra las redes de captación y adoctrinamiento, pero apenas ha habido operaciones contra células logísticas que asisten a esos terroristas en tránsito.

En recientes documentos que maneja el CNI y los servicios de información de Policía y Guardia Civil se advierte de que los futuros terroristas son muy difíciles de detectar porque viajan habitualmente con documentos perfectamente legales, ya que se trata en su mayoría de magrebíes de origen pero con ciudadanía europea y en casi todos los casos tienen motivos aparentemente convincentes para cruzar al norte de África. Solo las alertas de los servicios amigos pueden poner sobre aviso a las fuerzas de seguridad españolas.

Mapa de escalas

Los informes de AICS y de los servicios de seguridad del Estado están plagados de nombres de ciudades españolas como posibles centros de acogida de futuros foreigners fighters, que permiten trazar un mapa de escalas. La entrada más utilizada en territorio nacional, «y casi la única», es la provincia de Gerona, principalmente el transitado paso de la Junquera. «El motivo es la presencia de elementos que podrían proporcionar apoyo logístico cerca de este punto», señalan fuentes de inteligencia.

A partir de ahí hay «pasos obligatorios» por «las facilidades logísticas de apoyo» de las redes del Estado Islámico en España. Barcelona, Badalona y Sitges, son recurrentemente nombradas como primeras etapas. La ruta hacia al sur continua hasta Valencia, «con una importante presencia de elementos de apoyo en barrios» de la ciudad.

En la Comunidad Valenciana los servicios antiterroristas sospechan que hay miembros de apoyo al Estado Islámico en otras localidades como Alicante y Gandía. En esta zona la vía española presenta diversas variantes para llegar a Argelia, puerta de entrada a todos los territorios controlados por el Estado Islámico. Una de ellas son los puertos de Valencia, Alicante y Almería con rutas a Mostaganem, Argel y Orán, localidades argelinas en donde el Estado Islámico cuenta con infraestructura de acogida, aunque el destino estrella de los yihadistas es Ghazaouet.

Ceuta y Melilla, ciudades de apoyo para llegar a Marruecos y Argelia

Otra de las variantes de la ruta recogida en el informe de la Asesoría de Inteligencia y Consultoría de Seguridad (AICS) es seguir desde Europa hasta el sur de España con la vista puesta en los puertos de Málaga, Algeciras y Tarifa, donde -apuntan los servicios antiterroristas- también cuentan con apoyos los futuros muyahidines, como obviamente en Ceuta y Melilla.

Los informes insisten en la predilección por Melilla, por su proximidad a la frontera con Argelia, precisamente en la zona en la que opera Jund al-Khilafa. Si los islamistas llegan a Marruecos, las zonas de paso a Argelia son siempre dos, alejadas del norte del país, de mayor control de las autoridades alauitas y a más de cien kilómetros de Melilla: Ahfir, bastión de Jund al-Khilafa y los alrededores de Zouj Beghal. «Es importante no olvidar -señala uno de estos informes antiterroristas- que el elemento coordinador y regulador del tráfico de estos individuos en Marruecos se encuentra en los alrededores de la ciudad de Fnideq (la antigua Castillejos, junto a Ceuta), donde existen campamentos tanto de selección como de entrenamiento (reducidos en tamaño y no permanentes)». Ya en Argelia, las vías están expeditas para llegar a zonas controladas por el Califato, sur de Libia, Egipto, Siria, Irak o Malí.

Precisamente hoy, los últimos 90 militares españoles que participaron en la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en Mali regresa a España, en concreto al aeropuerto de Badajoz, el mismo que el pasado mes de noviembre fue testigo de su partida. Esta misión vivió de cerca el ataque perpetrado por un grupo yihadista en el hotel Radisson de Bamako, registrado en noviembre del pasado año, aunque no se ha vio afectado por el acto terrorista.