Opina que Ferrol siempre ha sido una ciudad «abierta a las vanguardias»
09 ene 2012 . Actualizado a las 07:06 h.David Barro (Ferrol, 1974) comisarió sus primeras exposiciones en el Torrente Ballester hace ya más de un década. Y ahora, este editor y crítico de arte regresa con ilusión al centro ferrolano como colaborador de su nueva programación, que incluye un total de ocho exposiciones para el 2012.
-¿Cuál será su papel en la nueva programación del Torrente? El concejal de Cultura ha querido dejar claro que no es el nuevo asesor, ni que tampoco cobrará como técnico de cultura...
-Seré un colaborador más, seguramente más cómplice que otros. Pero no seré asesor del Torrente, como no lo soy de ningún centro o entidad pública. Por ahora, si he sido asesor a lo largo de mi trayectoria siempre ha sido en el ámbito de las instituciones privadas. Mi militancia es con el arte y si voy a hacer exposiciones en cualquier institución soy el primer interesado en que lo que rodee a esas muestras sea lo mejor posible y, en ese sentido, aconsejo a quien me lo pide, como es este caso. En esta ocasión, he dado varios nombres de comisarios al concelleiro de cara a que pueda cerrar una buena programación y creo que nunca el Torrente ha tenido exposiciones tan variadas y un total de siete comisarios distintos en un mismo año, como sucederá en este año 2012. Pero la responsabilidad de la programación es totalmente de él.
-El anterior gobierno municipal apostó decididamente por dedicar el Torrente al arte contemporáneo. ¿Seguirá el centro esa misma línea ahora?
-Pienso que sí, aunque no me corresponde a mí contestar a esa pregunta más allá de la programación que fue presentada públicamente para el 2012.
-¿Qué destacaría de la nueva programación?
-Desde mis últimas colaboraciones con el Centro Torrente Ballester ha pasado una década. Creo que he ganado la madurez suficiente como para entender que es necesario abrir más las puertas a otras disciplinas como la arquitectura, el cine, la música o el diseño para acercar el arte contemporáneo a la población. Y que hay que hacerlo de una forma didáctica y abierta. No es lo mismo hacer exposiciones en el CGAC o en el MARCO de Vigo, que en el MACUF o en la Fundación Barrié. Cada espacio tiene sus propias necesidades y sentido. El Torrente Ballester ha de reinventar y generar su propio modelo.
-¿En una ciudad pequeña como Ferrol es más difícil conseguir que la gente se interese por las nuevas tendencias del arte?
-Creo en la necesidad de programar actividades culturales y exposiciones que permitan que quien no maneje esos códigos pueda ir educándose y disfrutar de disciplinas ajenas a su formación. No creo que en Ferrol sea más difícil que la gente se interese por las nuevas tendencias pero sí que una actividad de ese tipo genere menos cantidad de público en una ciudad pequeña que en una grande. Por otro lado, Ferrol siempre ha sido una ciudad más abierta a la vanguardia que otras ciudades de mayor población.
-En los últimos meses buena parte de las salas del Torrente han estado sin uso y apenas ha habido afluencia de público. ¿Cree que esta nueva programación logrará aumentar la cifra de visitantes?
-El Torrente Ballester es un lujo para Ferrol que hay que aprovechar, independientemente de partidos políticos y ciclos electorales. Particularmente no me interesan ese tipo de competiciones políticas y solo me interesa el trabajo bien hecho, lo haga quien lo haga. Me da pena que no se haya programado en estos meses y me daría pena que la oposición comenzase ahora una carrera de fondo para desprestigiar todo lo que se haga desde este momento.
-¿Qué opina de los anteriores programas expositivos del Torrente?
-Aunque no esté de acuerdo con todos ellos, creo que siempre se ha programado con honradez y un mínimo de calidad. Por mi parte intentaré colaborar con el Centro Torrente Ballester lo máximo que me sea posible desde mi profesión de comisario o editor. No tengo la intención de exponer como artista en él, ni de ser el director y cobrar una nómina, ni de coordinarlo políticamente, ni de donar una obra o un busto mío para la posteridad, y mucho menos de todo eso junto. Pero sí tengo ganas de que el Torrente, el lugar donde nací y donde fui comisario de mis primeras exposiciones, sea lo mejor posible. En ese sentido, apoyos iniciales como el del CGAC y su director, Miguel von Hafe, son un ejemplo de que hablamos de cultura y desarrollo, no de política.
-Usted comenzó su carrera como comisario en el centro Torrente Ballester hace ya más de una década, con el ciclo Miradas Virxes, dedicado a los jóvenes talentos ¿cómo recuerda aquella etapa?
-Tengo los mejores recuerdos. Una época donde aprendíamos todos muchísimo, al mismo tiempo que trabajamos. Tuve la suerte de trabajar con Bonifacio Borreiros y con Víctor Carbajales, que hicieron un trabajo realmente magnífico. Este año seré comisario de una exposición de diseño en el último trimestre, ya que considero imprescindible vincular el Centro a la labor que viene desempeñando la Escuela Universitaria de Diseño Industrial de Ferrol.
-¿En tiempos de crisis la cultura es la principal damnificada?
-En tiempos de crisis la principal damnificada es la sociedad.
david barro crítico de arte y colaborador de la nueva programación cultural