Comienza la limpieza interior y la colocación de maquinaria de obra
18 ene 2012 . Actualizado a las 09:40 h.Después de muchos años de abandono los operarios han vuelto a la Fábrica de Lápices. Pero son muy distintos de los que durante más de cuarenta años mantuvieron una actividad industrial que llegó a fabricar 180.000 unidades diarias. Su labor consiste en adecuar el interior del recinto para hacer sitio a la maquinaria que derribará el emblemático inmueble de Ferrol Vello y eliminar los residuos de casi tres décadas de abandono. En el interior del edificio se ha introducido un camión y una excavadora y una cuadrilla de trabajadores iniciaron esta semana las labores previas a una demolición que tiene vía libre desde el pasado 22 de diciembre, después de que el gobierno local asumiese la sentencia que le obliga a dar licencia al promotor, la sociedad Jerpu, por silencio administrativo.
Sin embargo, en el gobierno local todavía no hay constancia oficial de los plazos que maneja el propietario para tirar abajo la fábrica. En el permiso otorgado se da un período de un año para llevar a cabo una operación que no será fácil a nivel técnico. Según fuentes consultadas, las dificultades vendrán por el desmontaje de la uralita y el reciclaje de los restos, que será «muy costosa y laboriosa». El propietario estudia desde hace tiempo presupuestos y opciones.