«Este parque ten moito valor»

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

FERROL

Los vecinos están indignados por el gran desastre ecológico en las fragas

02 abr 2012 . Actualizado a las 07:06 h.

Desolación, indignación y mucha tristeza, en algunos casos hasta las lágrimas. Propietarios de los terrenos que componen las fragas del Eume y los vecinos coinciden al afirmar que el incendio que asoló la zona desde primeras horas de la tarde del pasado sábado es el mayor de los que jamás antes habían visto en el lugar.

Pese a que ayer aún había focos activos en muchos frentes en A Capela y Monfero, la mayoría de los vecinos que la jornada anterior habían tenido que dejar sus casas debido a la intensa humareda y a que, en algunos casos, las llamas amenazaban con alcanzar sus propiedades, se encontraban ayer en sus viviendas, en donde algunos recibieron la visita del presidente de la Xunta y de varios conselleiros, acompañados de los alcaldes de los municipios por los que discurre el parque.

En A Capela, ayer se palpaba el enfado de los propietarios de los montes. El propio alcalde, el socialista Manuel Meizoso, no ocultó su malestar. «Mentras os veciños limparon as fragas non houbo ningún problema, pero agora esto é unha selva», afirmó.

Los propietarios aún recuerdan lo que sacaron en limpio cuando se decidió constituir el parque natural. «Levamos moitos paos en Miño, nunha manifestación, era Fraga presidente da Xunta», recuerdan, aunque admiten que el Gobierno gallego no es culpable del desastre, sino el o los que prendieron el fuego.

A diferencia de otras imágenes de incendios, en donde vastas extensiones de terrenos aparecen calcinadas, en las fragas se suceden parcelas quemadas con prados y casas que no han sido afectados, aunque los pequeños focos con su columna de humo se cuentan por decenas.

Con el mapa

La comitiva oficial que desde media mañana recorrió la zona, realizó su primera parada en la central del río Eume, en donde Feijoo recibió información delante de un mapa, y después fue deteniéndose en los núcleos habitados. Y en algunos fue testigo de primera mano del malestar de los afectados. «Creo que hai descoido. Este parque ten un valor moi grande, pero está abandonado», le recriminó una vecina, al mismo tiempo que le aseguró que los residentes «levamos moitos anos loitando e petando unha porta detrás de outra que ninguén abre». Sobre el terreno, el presidente de la Xunta y la conselleira Rosa Quintana acordaron unir esfuerzos con los propietarios.

Además de árboles y monte raso calcinado, las llamas provocaron en algunas zonas desprendimientos de piedras, que en varios tramos dificultaron, aunque no impidieron, la circulación por la carretera.

Otro de los focos de interés de la jornada fue el monasterio de Caaveiro, cuyo entorno ya se había esforzado en proteger la Unidad Militar de Emergencias (UME) la madrugada del domingo. «Por la tarde estaba ardiendo de nuevo a cien metros», lamentó desde la zona una testigo.