
Aguirre eludió ayer en el Congreso comprometer el dique para la ría
19 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Ramón Aguirre, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista único de los astilleros públicos españoles, ligó ayer toda posibilidad de lograr carga de trabajo para Navantia a la obtención de contratos en el mercado internacional. Durante su comparecencia en la comisión para explicar los presupuestos de la corporación, fue preguntado por la diputada del PP sobre la posibilidad de contratar el dique flotante que se demanda para la ría ferrolana. Como ya había hecho el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, también interrogado por la infraestructura, eludió pronunciarse, aunque contestó: «Creo firmemente que el horizonte del éxito de Navantia reside en que orientemos a la empresa a abrir otros mercados internacionales».
Aguirre manifestó su «gran confianza» en lograr contratos con Armadas extranjeras, como las de Australia, Arabia Saudí, México y Venezuela. «Si tenemos tiempo y paciencia suficientes, pronto pudiéramos tener noticia de alguna de ellas», afirmó. Aunque no concretó en qué país están centradas las máximas expectativas, aseguró que «solo con uno de los pedidos que tengo en la cabeza estabilizaríamos todos los puestos de trabajo para cuatro años, y no solo en la Navantia gallega, sino también en la gaditana y en la de Cartagena». Podría aludir al país árabe, que está interesado en adquirir entre cuatro y diez fragatas, un contrato por el que la empresa española se medirá con astilleros americanos y franceses.
Las palabras del presidente de la SEPI sobre Navantia -que calificó de la «joya de la corona» de la corporación pública- son las primeras que se producen sobre los astilleros desde que tomó posesión, hace más de tres meses.
Alusión a Luis Cacho
En su intervención, Ramón Aguirre recordó que la empresa no logra nuevos encargos desde el 2007, cuando se consiguieron los pedidos de Australia que aún están en ejecución en los astilleros ferrolanos. Matizó que, en este mercado, el tiempo de maduración de los encargos está entre dos y tres años. «No me duelen prendas en reconocer que el consejero delegado de Navantia deja muy bien iniciados algunos trabajos que pueden fructificar», apostilló.
Sin embargo, la SEPI mantiene sin ejecutar el relevo en la cúpula de la empresa naval, tal y como demandan alcaldes, trabajadores y empresarios de Ferrol, algo a lo que no aludió Aguirre, quien sí insistió en las capacidades de los astilleros públicos para liderar el I+D+i en España.
Aguirre descartó que la corporación vaya a acometer ajustes drásticos en sus empresas. El presidente de la corporación aseguró: «En mi mandato no quiero producir ningún tipo de cierre ni privatización. Además, sería casi imposible cualquier operación de desinversión, por las condiciones del mercado». También descartó la puesta en marcha de expedientes de regulación de empleo. «Voy a hacer todo lo posible para que no se produzca», afirmó.