![En la fotografía, de archivo, almeja de las bateas en la lonja ferrolana de Curuxeiras.](https://img.lavdg.com/sc/bKTPe2cm1dxPgat_nGr4B351f_4=/480x/2012/11/28/0012_201211F28C6F1jpg/Foto/F28C6F1.jpg)
El sistema de bateas ha provocado el desplome de las cotizaciones en lonja
28 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El irregular funcionamiento del sistema de bateas para la depuración intensiva de almeja babosa de la ría de Ferrol ha provocado que el mercado se resienta y que las cotizaciones por el producto sean las más bajas desde el 2001.
Así se plasma en los datos oficiales que maneja la Consellería do Medio Rural e do Mar. Atendiendo a esos números, el precio medio por el kilo de esa especie en la rula fenesa de Barallobre es de 7,05 euros. Para buscar la segunda cotización más escasa hay que remontarse al 2001, cuando se fijó en 8,68 euros. En Ferrol sucede lo mismo. El precio medio este año se queda en 6,91 euros. Y, de nuevo, es en el mismo ejercicio, en el 2001, cuando figura la segunda cifra más baja, con 8,58 euros.
Lo habitual durante todos estos años, para ambas cofradías, era que esas cotizaciones superasen los diez euros, muy por encima de las que se están logrando en la actualidad.
De la crisis del sector dan también buena cuenta los precios mínimos. Otra vez, este es el peor ejercicio desde el 2001. Nunca fueron tan bajos. En Barallobre se ha fijado en tres euros y, en Ferrol, en dos. En la urbe naval solo hay un año en el que se dio una cotización inferior, los 0,79 euros del 2003.
Se da la circunstancia de que es el marisco procedente de la batea, precisamente, el que se tiene que despachar a cotizaciones más bajas porque, de otro modo, no se le puede dar salida.
Las quejas
Todos estos números corroboran las continuas quejas por parte de las cofradías de Ferrol y Barallobre sobre el funcionamiento de las bateas. Por un lado, los precios hacen que casi no sea rentable faenar en esas condiciones. Por otro, el sector siempre tiene que estar a expensas de las demoras en el proceso de depuración para poder despachar en las lonjas. Son constantes las interrupciones del circuito de comercialización por esos retrasos, por la imposibilidad de depositar marisco por temporal o por el cierre del sistema cuando hay capítulos de toxina.
Así las cosas, desde el gremio se espera la peor campaña navideña de los últimos tiempos, a pesar de que desde el lunes se aumentó el tope de almeja para cada mariscador, que sube de diez a quince kilos por jornada. Pero de poco vale ese incremento si luego el producto se queda inmovilizado en las bateas y no se puede comercializar.
Este sistema, además, se ha puesto sobre la mesa por parte del Gobierno gallego como única alternativa al plan de dinamización de la ría que se pactó como consecuencia de las zonas C. En virtud de ese acuerdo, los socios de las cofradías percibían fondos por realizar tareas alternativas cuando no podían faenar. Los recortes presupuestarios dejaron sin efecto ese plan en marzo del presente ejercicio. Pero, por el momento, la alternativa no está funcionando.