Cuantas más explicaciones se dan sobre la cruz de piedra que, tras ser rescatada de una finca se rompió en el Concello de Mugardos, más rara parece la historia. El alcalde, el nacionalista Xosé Fernández Barcia, asegura que nunca debió de llegar a dependencias municipales y descargó responsabilidades sobre Esquerda Unida (EU). «Todo o mundo sabe que esa era unha finca privada, que pertencía a outras persoas, pero inda así foron a limpala e troxeuron a cruz», asegura un regidor que en cuanto supo que estaba en el Concello hizo lo posible para que alguien se la llevara.
«Deixarona a última hora do sábado, pero en canto cheguei o luns pedín que se devolvese a quen pertencese, que no tiña que estar na casa consistorial», explica. En cualquier caso, las instrucciones del alcalde llegaron tarde, ya que, según cuenta, la funcionaria que se topó con la pieza encima de su mesa se llevó un gran susto y su sobresalto fue tal que terminó en el suelo rota en tres pedazos.
«Debeulle afectar moitísimo, porque púxose a chorar e tivo unha crise de ansiedade... como a cruz estaba algo fendida, o levantala rachou de todo», relata Fernández Barcia, que también aclara que se continúan con las pesquisas para enviar un detallado informe a la Guardia Civil, ya que asegura en el la finca Villalobos, donde EU realizó la limpieza y encontró la cruz de piedra, hubo «cando menos un allamiento». Y precisamente prevenir posibles expolios es lo que hace la policía local desde ayer, ya que numerosos vecinos se acercan a la zona para ver el lugar del hallazgo.