Caranza tendrá cuatro de los once tanques de tormenta

R. P. P. FERROL

FERROL

<span lang= es-es >Tanques de tormenta en Lugo</span>. AcuaEs mostró como ejemplo de integración en el entorno estas estructuras, instaladas en Lugo.
Tanques de tormenta en Lugo. AcuaEs mostró como ejemplo de integración en el entorno estas estructuras, instaladas en Lugo.

La asociación de vecinos defiende su instalación e inicia una campaña de comunicación sobre las obras por el barrio

16 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El barrio de Caranza concentrará cuatro de los once tanques de tormenta que prevé la red de saneamiento para la depuración de la ría. A diferencia de la polémica surgida otras zonas -primero en La Ranita y después en la zona de El Pilar-, la entidad vecinal ha aceptado sin objeciones su necesidad y ubicaciones elegidas por AcuaEs, la sociedad estatal de Aguas de las Cuencas de España. El objetivo final, la depuración de la ría, y en el caso de Caranza, entre otras cuestiones, una playa con aguas saneadas, consideran que está por encima de posibles molestias. «Lo que no podemos es estar reclamando la depuración de la ría y negarnos a los tanques de tormenta, que son necesarios», defendió Mapi Rodríguez Venancio, de la directiva vecinal.

La asociación ha emprendido una campaña de comunicación y en los próximos días distribuirá por todo el barrio un folleto en el que se explica qué son los tanques, cómo funcionan y qué supondrán, tras las explicaciones recibidas por técnicos de AcuaEs. Los mismos que les mostraron como ejemplo tanques ya instalados en Lugo, para demostrar su integración en el entorno. En Caranza estarán ubicados en los depósitos de propano, el espigón grande, junto a los pantalanes, en la ensenada y en terrenos de la escuela Antonio de Escaño.

Mil metros cúbicos

Son, explican, depósitos estancos de unos mil metros cúbicos de capacidad que acumularán y retendrán las aguas pluviales y residuales en caso de lluvia para enviar después al interceptor y la canalización del saneamiento. Según las informaciones que recibieron de AcuaEs solo se vertirá a la ría en caso de lluvias muy abundantes y en momentos extraordinarios, pero garantizan que el contenido es apto y que «no se ven afectados ni bancos marisqueros ni zonas de baño».

Los tanques irán totalmente soterrados y se asegura que no habrá ruidos ni olores. Sobre cada uno se construirá un pequeño edificio -de 15 por 15 metros de planta y tres de altura- con los mecanismos necesarios para su mantenimiento. Las canalizaciones necesarias obligarán a abrir zanjas para colocar tubos de grandes dimensiones, en una intervención que acopiará el material en la ensenada y en el entorno de la caseta de windsurf.

La empresa adjudicataria, FCC Construcción, cuenta con un arqueólogo que supervisará durante las obras el trazado del Camino Inglés, y además, se garantiza que todos los árboles y elementos que sea preciso retirar por la intervención se repondrán.