La mujer, que firmó con huella, reclama los 60.000 euros del producto
26 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Una anciana que apenas sabe leer o comprender un documento es la suscritora de un contrato de preferentes de NCG. Sus representantes han presentado demanda en los juzgados civiles de Ferrol para reclamar los 60.000 euros que tiene bloqueados por este contrato que le presentaron para su firma en una sucursal de Narón. Había sido en diciembre de 1999 cuando ella, María P. P., y su marido, Aniceto S. O., éste ya fallecido, recibieron una llamada del director de la sucursal que les ofreció un producto financiero merced al cual, señala la demanda, obtendrían más beneficios por sus ahorros que tenían a plazo fijo o en un depósito convencional. Se les dijo, añade, que es un producto «absolutamente seguro» que estaban ofreciendo a otros miembros de la familia y que no habría nunca problema para recuperar el dinero. Ante esta oferta y la confianza que les ofrecía el empleado bancario dieron su aprobación.
Los representantes de la anciana -de la demanda se ocupa el letrado Felipe Patiño- sostienen que el matrimonio fue víctima de un engaño.
De hecho, explica su representante, en el primer contrato firmó solo su marido, a pesar de que el dinero era de ambos. Y la firma del hombre, cuya salud estaba muy deteriorada, es ininteligible porque igualmente, era practicamente analfabeto. La anciana, este mismo año cuando NCG le ofreció el canje de obligaciones, firmó con su huella dactilar.
Como el matrimonio no tuvo hijos, un sobrino suyo ha asumido a petición de la anciana su representación ante los tribunales para presentar la demanda contra NCG.
Para el letrado, es sin duda este caso uno de los más graves ejemplos del tramposo comportamiento de NCG en la oferta de las obligaciones subordinadas y participaciones preferentes.