A falta de que el Gobierno central confirme de manera definitiva la asignación de 300.000 toneladas de producción de biodiésel por ejercicio para la planta de Infinita en Caneliñas -después tendrá que establecer cuándo se podrá comenzar a trabajar- continúan llegando buenas noticias para el sector.
La UE tiene previsto imponer desde el próximo miércoles un recargo arancelario definitivo medio del 24,6 % a las importaciones de biodiésel procedentes de Argentina y del 18,9 % al biodiésel de Indonesia durante un período de cinco años.
Bruselas ha aprobado esta represalia comercial tras constatar que las empresas argentinas e indonesias venden este carburante por debajo del coste de producción (práctica conocida como dumping) gracias a ayudas públicas, causando un grave perjuicio a la industria europea.
Esta competencia desleal era, hasta el momento, el principal problema para las empresas nacionales de biodiésel, como es el caso de Infinita, que no podían competir con esos precios.
De este modo, el escenario en el sector continúa variando y, a falta de que se confirme de manera oficial, todo apunta a que el complejo del puerto exterior podrá comenzar a producir al fin durante el próximo ejercicio.
Las otras dos plantas de la comarca -Entabán en el puerto exterior y Biocarburantes Peninsulares en Río do Pozo- no han recibido cuotas de producción por parte del Ejecutivo.