Las cinco fragatas de la serie F-100 navegaron juntas por primera vez el mismo día en el que se culminó más de un año de mando en una flota de la Alianza Atlántica
11 jul 2014 . Actualizado a las 12:53 h.El Arsenal de Ferrol se convirtió a media tarde de ayer en un hervidero para recibir a la dotación de la fragata más moderna de la Armada. La Cristóbal Colón, la F-105, amarraba en torno a 18.30 horas en su base tras haber ejercido como buque insignia de la fuerza naval de la OTAN SNMG-2, como antes hicieron la F-103 y la F-101. En conjunto, más de un año de tarea.
Alegría de reencuentros, aplausos, pancartas -Papá, pasa pa? casa o Benvido Benitiño-, emotivas lágrimas, sonidos de pasodoble de la banda de música... Un día soleado e histórico en el recinto militar por un doble motivo: la F-105 cumplió su primera misión real y, además, horas antes, se había producido la primera navegación conjunta de las cinco unidades F-100. Todas las hermanas realizaron ejercicios y surcaron las aguas del litoral coruñés a modo de bienvenida a la más joven. Dos hitos.
La dotación de la Cristóbal Colón trajo a sus espaldas mucha labor acumulada. Así lo reconoció el comandante del Grupo de Acción Naval-1 (Comgrup-1), Antonio Pintos, que presidió la bienvenida oficial. Fueron 136 jornadas fuera de su base; 29.000 millas náuticas de navegación en 106 días de mar; escalas en once puertos de tres continentes -Europa, África y Asia-; trece aprovisionamientos en el mar con buques logísticos aliados; 120 tomas y despegues del helicóptero embarcado...
Antiterrorismo y antipiratería
Participó en el dispositivo antiterrorista Active Endeavour en el Mediterráneo. Pero su labor estuvo centrada la mayor parte de su despliegue en la misión Ocean Shield contra la piratería en el Índico. En este marco realizó patrullas en el corredor internacional, colaboró con las Marinas de los países ribereños y realizó acciones de ayuda humanitaria.
Dentro de la Ocean Shield visitó puertos como Djibuti; Doga (Catar); Salalah (Omán); Port Victoria (Seychelles); Dubai (Emiratos Árabes); Jeddah (Arabia Saudí); Estambul (Turquía)... También apoyó la labor comercial de Navantia en su área de navegación promoviendo las capacidades del modelo F-100.
El comandante de la F-105, Enrique Núñez de Prado, se mostraba «muy satisfecho» por la tarea realizada -la OTAN ya calificó el despliegue como «un éxito»- y remarcó especialmente la labor antipiratería en el Índico «sin un solo secuestro» en su etapa de mando.
La dotación, por fin, volvía a tocar el muelle del Arsenal de Ferrol para celebrar el retorno con sus familias y amigos. Ahora es el crucero norteamericano Leyte Gulf el que se ocupa del mando de la fuerza naval de la OTAN SNMG-2. Una agrupación en la que el sello de Ferrol ha quedado bien impreso.