Para entrenar con su equipo viene desde Betanzos, tres días coge el autobús y en otro utiliza el tren
03 may 2017 . Actualizado a las 22:02 h.El sueño de ser futbolista lleva emparejado para los jóvenes grandes dosis de sufrimiento y sacrificios. Muchos jugadores de Primera o Segunda División, principalmente, podrían confirmarlo e incluso contar historias que pondrían los pelos de punta. Dejar el hogar con muy pocos años para vivir en una pensión, hostal o una ciudad deportiva alejada de cualquier parte, sin una madre o padre que los arrope o consuele, no es algo fácil de asumir. Sin irse a los extremos, a menor escala, cualquier chico que quiera dedicarse al fútbol sabe que es complicado.
Martín da Lama solo tiene 18 años, es de Betanzos y juega en el Racing de Ferrol juvenil. Quiere ser futbolista, es su sueño, y cada semana para entrenar tiene que desplazarse a Ferrol. Tres días coge un autobús y otro viene en tren. Ya en la estación, a veces lo recoge la madre de un amigo, su entrenador o va a pie para desplazarse a los campos del polígono de A Gándara, en donde entrena: «Sé que hago un esfuerzo enorme, me resta mucho tiempo para estudiar (hace segundo de Bachillerato), aunque es la única forma que tengo para mejorar. Creo que vale la pena», explica el joven futbolista. La única ayuda que recibe son los cien euros que le da el Racing: «Es, más o menos, lo que me gasto en los viajes», indica.
En su etapa de cadete hizo una prueba para incorporarse a los equipos de base del Deportivo, aunque no convenció. El secretario técnico del Racing, Juáncar Fernández, sí que vio en él potencial y talento y lo firmó para jugar en el equipo de la División de Honor. Desde entonces, no ha parado de mejorar, hoy en día es uno de los baluartes del equipo de la Liga Nacional de Juveniles, que aspira al ascenso a la División de Honor. Además, Miguel Ángel Tena ya lo ha citado hasta en cinco ocasiones para jugar con el primer equipo, aunque no ha llegado a debutar: «Cuando vino el Racing a por mí -explica Martín- no me lo pensé. Estaba claro que era mi oportunidad».
Entró en varias convocatorias de la preselección gallega sub 18, aunque se quedó fuera de la lista final: «No me esperaba la llamada -indica- aunque estar entre los mejores sub 18 de Galicia fue algo increíble».
Asegura que otra vivencia extraordinaria fue convivir con los jugadores del primer equipo: «Fui convocado a cinco partidos. El vestuario de los mayores es muy diferente al de los juveniles. Antes de los partidos hay mucha tensión y sobre todo nervios. Fue vivir un partido de Segunda B desde dentro. Me quedó grabada la charla del entrenador antes de salir a jugar. El ambiente fue increíble, valió la pena. Yo no pude debutar, pero espero que la ocasión me llegue pronto». Destaca que tanto Tena como muchos compañeros lo apoyaron: «Solo me dijeron que si me tocaba jugar, estuviera tranquilo».
Asegura que su sueño es ser futbolista: «Yo lo que quiero es llegar lo más arriba posible. Sé que es difícil, aunque no pierdo la ilusión. Solo el tiempo dirá a dónde puede llegar cada uno de nosotros. Mi sueño es llegar a hacerme un hueco en el primer equipo del Racing, estar con los mayores».
Piqué y Puyol
A la hora de hablar de su juego explica que va bien por arriba, que maneja las dos piernas y que desplaza el balón en largo. Sobre su ídolo en el fútbol destaca que: «De los que juegan ahora mismo me gusta Piqué, aunque en su día el futbolista que más me sorprendía fue Puyol».
Por último, explica que está contento en el Racing de Ferrol, que sueña con jugar al fútbol, aunque tiene los pies en el sueño, consciente de que su sueño puede truncarse: «Cuando acabe mis estudios, me gustaría preparar las oposiciones para Policía Nacional».