El techo del básquet vive en Ferrol

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO LOIS FERROL / LA VOZ

NARÓN

ÁNGEL MANSO

No hay otro jugador de baloncesto en España tan alto como el maltés de 225 centímetros Deguara, que juega en el modesto equipo de la EBA de A Malata

27 feb 2015 . Actualizado a las 20:24 h.

Un gigante maltés juega en Ferrol. La Sidrería, el actual equipo de A Malata, tiene al pívot más grande de todo el básquet español. Sobre 225 centímetros mira el mundo Samuel Deguara, un cuerpo de NBA que no termina de despegar a sus 23 años. Sobre otra plaza en reconstrucción, en una pista que fue sede del Mundobasket 86, donde parece que cualquier tiempo pasado fue mejor, en el baloncesto y en la calle, trata de tomar ahora impulso. Llegó el miércoles pasado, el jueves empezó a entrenar, el viernes se tramitó su ficha y el sábado ofreció números interesantes en su estreno en la modesta EBA -cuarta categoría del baloncesto español-. Deguara, el gran atractivo en la derrota en el partido de rivalidad local contra el Narón -ahora por encima de su vecino histórico de Punta Arnela-, rebañó 17 rebotes, anotó 17 puntos, dio tres asistencias, puso un par de tapones y forzó siete faltas en 26 minutos sobre la pista. Cogió cinco rebotes más que todo el equipo contrario, muy justito de centímetros, y terminó como el jugador más valorado de todo el fin de semana en su grupo.

«Algunos clubes se equivocan»

«Le dan 2,25 metros, pero mi impresión me dice que es algo más grande. En mi opinión, algunos clubes se equivocaron al no confiar en él. Nos sorprende que, pese a su estatura, no solo es un jugador coordinado, sino muy proporcionado, según hemos visto en estos primeros días con nosotros. Y su actitud de trabajo es espectacular», resume Roberto Rivera, segundo entrenador de La Sidrería Ferrol CB.

ÁNGEL MANSO

Un pívot tan alto transforma los esquemas de cualquier plantilla, de cualquier banquillo. Ofrece un arma diferente, pero que requiere también la adaptación del resto. «Veo el juego interior de algún equipo que está por encima de nosotros y creo que Samuel se encuentra incluso por encima de otros jugadores que tienen minutos en esos clubes. Pero a veces los entrenadores no quieren pívots tan grandes, porque necesitan contar con dos formas de atacar y dos formas de defender, pensadas para cuando está él en pista y cuando pasa al banquillo. Y algunos técnicos prefieren no complicarse», razona Rivera.

El cuerpo superlativo de Deguara le abrió en el pasado muchas puertas. Llegó con apenas 16 años a Treviso para formarse en la cantera del Benetton, en Italia jugó en el Reggio Emilia y el Bari, pasó por China, volvió a casa... Y recaló en diciembre en el Viten Getafe, un conjunto de LEB Plata vinculado al Fuenlabrada y con sus automatismos ya en funcionamiento. Ahora el gigante maltés busca más minutos en Ferrol, un peldaño más abajo.

Deguara hace girar las cabezas a su paso. Es el hombre más alto de Malta, el techo del baloncesto español y el pívot más largo que pasó nunca por la ciudad que vio a Tachenko en el 86, pero en actual trayectoria a la baja dentro del baloncesto español. La Sidrería Ferrol, tercer intento de tomar el testigo del desaparecido OAR, es antepenúltimo del grupo A-B de la EBA, con cinco victorias en 16 partidos.

«Estamos encantados con Samuel. Ojalá hubiese podido venir a principio de liga, cuando ya lo quisimos», añade Rivera. Entonces venía de competir en la liga de Malta y de promediar números pintones con su selección en el Europeo para países pequeños, 28,8 puntos y 15 rebotes en 31 minutos por partido, después de imponer su estatura en la modesta liga de la isla, con 29,5 tantos y 24,2 capturas por jornada. Luego le costó encontrar minutos en Getafe y pactó su marcha. Ahora vuelve a empezar donde termina el mar.