A Frouxeira, la playa que cura todos los males

NARÓN

El arenal valdoviñés acoge a multitud de personas que consiguen mitigar sus enfermedades

04 ago 2016 . Actualizado a las 16:20 h.

Miércoles, 10.30 horas, playa de A Frouxeira, marea baja y cielo cubierto. Más de medio centenar de bañistas disfrutan ya del agua y la arena. En su mayoría son personas de edad avanzada, con diferentes achaques, a los que a lo largo de la mañana se irán sumando muchos centenares más. Y es que, desde tiempos inmemoriales, la playa de A Frouxeira tiene fama de ser curativa. Acuden siempre por las mañanas, evitando así las aglomeraciones de bañistas que solo buscan el disfrute del litoral. No faltan ni cuando el tiempo es desapacible y muchos incluso se llevan un par de garrafas de agua del mar para casa, para continuar el «tratamiento».

María Permuy tiene 84 años y vive en Narón. Va a A Frouxeira siempre que puede, porque tiene problemas de varices y las uñas de los pies se le clavan en la carne. «Paseo pola orilla e faime moi ben. Isto é unha marabilla», comenta, añadiendo que recuerda cuando su padre llevaba a toda la familia a Valdoviño en un carro desde O Ponto, porque un hermano suyo «padecía moito da vista e mandoulle o médico vir á Frouxeira».

Delfina Pita López, también vecina de Narón, acude asiduamente a esta playa desde que tenía dos años y ya ha cumplido 82. «Cando era pequeniña tiña úlceras nos ollos e a única medicina que me deu o médico foi mollalos no mar da Frouxeira e traíanme desde As Somozas», manifiesta, añadiendo «se non fora por isto estaría sen vista». Su marido, que la acompaña, explica que se lo comentaron a un oftalmólogo de Santiago y les dijo que siguiera yendo.

A Herminia Martínez, domiciliada en Narón, se lo recomendó su oncóloga cuando la operaron de un cáncer de mama hace cinco años. No puede tomar el sol, por eso va por las mañana temprano y pasea por la orilla vestida. Asegura que el yodo le va muy bien para el asma.

María Fernández, de 79 años, va desde As Pontes a la playa de A Frouxeira desde hace cuatro años. Afirma que ha mejorado mucho de sus problemas de rodillas y que fue su médico el que le recomendó este remedio. «Díxome vaia a Valdoviño e se mellora ben, senón hai que operar, e eu teño moito medo á operación, por iso empecei a vir», apunta.

Algunos de estos bañistas se introducen en el mar, pero la mayoría pasea por la orilla o se conforma con meter los pies en una charca. Los menos achacosos recorren la playa de punta a punta en una más de las conocidas como rutas del colesterol.