El desamor homosexual según Chirbes

FUGAS

GUSTAVO RIVAS

«Paris-Austerlitz» es una novela breve, que quedará como testamentario adiós del ya añorado narrador valenciano Rafael Chirbes. No se pudo despedir mejor. Más allá del poso de tristeza y vacío que deja la lectura, es una obra honesta y hermosa que perdurará

18 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En sus últimos días Rafael Chirbes (Tabernes de la Valldigna, 1949-Beniarbeig, 2015) abandonó detrás de la puerta, como paraguas en el estío mediterráneo, sus herramientas de narrador social, de cronista de la realidad española, de la crisis, para escribir una novela de amor que había iniciado en 1996 y retomado y pospuesto en repetidas ocasiones a lo largo de veinte años. El narrador valenciano entregó a su editor el manuscrito apenas un par de meses antes de su fallecimiento en agosto del 2015. Mereció la pena. Con Paris-Austerlitz cierra el círculo, pone broche a su trayectoria de manera brillante y doblemente coherente, porque vuelve a la desazón de Mimoun (1988), su primera novela, a la indagación intimista y a la temática homoerótica.

Lo que no abandonó es su mirada descarnada, su pesimismo lúcido, su crudeza. Y hasta puede decirse sin riesgo que -discutiendo lo expuesto- hay mucho de retrato de una época en su relato, con la sombra de lo que llama la plaga (el sida) amenazando la vida y la libertad sexual. Pero lo que prima es la historia de amor gay y una clara carga autobiográfica, que da al texto un aire confesional, en la medida que aborda un aspecto de su vida, la condición homosexual, sobre el que Chirbes ha sido siempre extremadamente reservado.

El libro narra el amor de un joven pintor español de familia acomodada que juega a la bohemia en París -y que es la voz narradora- y un rudo obrero francés de edad madura, en su ilusión inicial llena de pasión y en su agonía, preñada de culpa. De hecho, las trampas del amor y los celos, y las distinciones de clase que afloran, no son diferentes de las que podría conllevar una relación heterosexual con esas (u otras) diferencias de edad y de extracción social. Con una sobriedad de estilo notable, Chirbes no se ahorra sordidez ni explicitud erótica, pero es el dolor del fin y la tragedia lo que queda, la ruina de la utopía, la vergüenza y hasta el odio, de tal forma que incluso los lejanos días felices resultan una caricatura de la generosidad de los sentimientos y el romanticismo a tumba abierta del viejo Michel, campesino normando. A la postre, solo queda tristeza y vacío, una desgracia más de promiscuidad y borrachera.

No es fácil narrar con esa honestidad brutal, con esa valentía que maneja Chirbes en Paris-Austerlitz, ni fácil resulta leerlo, pero su mirada noble sobre la descomposición del amor permanecerá, porque no hay nada fútil en su esfuerzo, solo intensidad, hondura y verdad. Una verdad muy amarga, eso sí.

«Paris-Austerlitz». Novela. Rafael Chirbes. Editorial Anagrama. 160 páginas. 15,90 euros