El Celta vence al Deportivo en el derbi más internacional disputado en Montevideo

Uno de los condicionantes que han hecho al fútbol tan grande es la pasión. El colorido en las gradas, el ambiente festivo y la presión de la hinchada aporta muchas veces un plus a partidos que amenazaban con sosedad. Y cuando la sal del ambiente no acompaña, el futbolista suele contagiarse y petrificar los encuentros.

Le sucedió ayer al primer derbi gallego en el extranjero. Ese que quedará para la historia como el que ganó el Celta con un bello gol de falta de Iago Aspas. La puntilla de Radoja. Y poco más. Lo que iba a ser la gran fiesta de la emigración se convirtió en una tediosa primera mitad en la que el Celta trató de mantenerse fiel al estilo de juego marcado durante las últimas temporadas y el Dépor apostó por un fútbol más físico, de sacrificio y de transiciones rápidas.

En la sesión preparatoria matinal, Gaizka Garitano había incidido a sus jugadores en la importancia que tenía el trabajo defensivo: «De momento quiero que nos centremos en defensa. Afianzar esa labor». Y bien que tomaron nota. Con un 4-4-2 claro, los blanquiazules ejercieron bien la presión en la salida del balón para la altura de pretemporada a la que estamos y con los pocos entrenamientos que el técnico vasco lleva dirigidos. En ataque, el entrenador está dejando a sus hombres libertad, que pongan en juego lo que más cómodos les haga sentir. Y así lo hicieron, con un Sidnei gustándose tanto en alguna incursión por la banda como por el medio. Así, todo el trabajo de ataque de estos días lo está dirigiendo el Dépor a la estrategia y fruto de ella tuvo alguna ocasión, en acciones que hay que pulir, pero con las que se dejó ver. De este modo, entre los escarceos de un Celta que quería pero al que le faltaba todavía una marcha, y un Deportivo bien plantado tácticamente y que no dejaba fisuras, murió la primera parte sin apenas historia.

Motivación tras el descanso

En el vestuario, ambas escuadras parecieron encontrar el punto de motivación inexistente hasta el descanso y se mostraron más competitivas, aunque con idéntica profundidad. Casi nula. Y ante esa falta de punch tuvo que ser de una acción directa como se adelantara el equipo que más buscó la victoria. Un magistral lanzamiento de falta a cargo de Iago Aspas a la media hora de la segunda parte, sirvió para decantar el derbi del lado celeste. Antes, Drazic había tenido que abandonar el campo tras una expeditiva entrada de Navarro y el Dépor había transformado el 4-4-2 en un 4-2-3-1 al entrar Fayçal por Riera.

Tras el tanto, llegó el carrusel de cambios que aprovechó el Dépor para buscar la igualada pero con un fútbol un tanto trastabillado ante un Celta que aun sin pasar excesivos apuros exhibió más carencias en defensa que en ataque. Pero las justas para mantener la puerta a cero, hacer el segundo y llevarse la Copa Antel con que se premió al ganador.

Deportivo: Lux (Tyton, m 45); Laure, Albentosa, Sidnei (Arribas, min 72), Navarro (Saúl, min 72); Çholak, Borges (Alex, m 72), Mosquera (Dos Santos, m 72) Bruno (Pinchi, min 72); Lucas (Borja, min 72) y Oriol Riera (Fayçal, min 58)

Celta: Rubén; Hubo Mallo, Sergi Gómez, Cabral, Jonny; Wass (David Costas, min 87), Radoja, Pape (Borja Fernández, min 74); Drazic (Borja Iglesias, min 62), Aspas (Álvaro Lemos, min 80), Bongonda (Naranjo, min 61)

Goles: 0-1, min 68: Aspas. 0-2, min 89: Radoja.

Árbitro: Daniel Fedorczuk. Mostró amarilla a Radoja y a Pape por el Celta, y a Borges en el Deportivo.

Incidencias: Floja entrada en el Gran Parque Central de Montevideo

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