Aguirre no gobernará con tránsfugas

Alejandro Posilio MADRID

GALICIA

Chema Moya

Los dirigentes del PP apuestan por celebrar nuevos comicios y los socialistas lo aceptan como última solución Rodríguez Zapatero se niega a reunirse con los dos diputados tránsfugas.

11 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

La situación creada en la Asamblea de Madrid por la traición de los dos diputados socialistas que no acudieron a la sesión constitutiva y entregaron la Presidencia de la Cámara autonómica al PP desembocará en la convocatoria de nuevas elecciones en el plazo de dos meses. Ésta fue la postura defendida ayer por todos los dirigentes populares, tanto nacionales como regionales, basada en la situación de ingobernabilidad que se puede producir si Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez pasan a formar parte del grupo mixto. El vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, el secretario general del PP, Javier Arenas, la portavoz del PP en la Asamblea madrileña, Esperanza Aguirre, y la presidenta de la Cámara, Concepción Dancausa, coincidieron en afirmar que eran partidarios de convocar nuevas elecciones en la Comunidad de Madrid. Sólo Rato precisó que no es «fácil» plantearle a los ciudadanos» que tienen que volver a votar porque hay partidos que «no han sido capaces de estar a la altura de las circunstancias». Excepcionalidad Estos nuevos comicios no fueron descartados por algunos líderes del PSOE, en particular por el que iba a ser presidente de la autonomía, Rafael Simancas, aunque éste sólo lo prevé en último caso y como una «excepcionalidad», y siempre motivado por la «indignidad» de dos personas. Si bien, los socialistas insisten en que se debe investigar el posible soborno de los dos parlamentarios, por lo que han pedido la intervención de la Fiscalía Anticorrupción. Lo que parece claro es que ninguno de los diputados rebeldes va a dejar su acta, a pesar de las reiteradas peticiones realizadas ayer por todos los responsables del PSOE. Es más, el secretario general de los socialistas, Rodríguez Zapatero, que ayer estuvo reunido casi todo el día con José Blanco, Jesús Caldera, Rafael Simancas y Pérez Rubalcaba, anunció que no se entrevistará con ninguno de los dos, como había solicitado. Por lo tanto, la única posibilidad de gobernar pasa, si no dimiten, por aceptar los votos de estos dos diputados rebeldes, circunstancia que tendría un coste demasiado elevado tanto para el PP como para el PSOE. Los populares anunciaron ayer, por boca de Esperanza Aguirre, que no aceptarán los votos de los tránsfugas, mientras los socialistas insisten en que dejen los escaños. ¿Qué dice el Estatuto? Por eso, todo hace pensar que habrá elecciones anticipadas, que sólo pueden ser convocadas por quien resulte elegido nuevo presidente de la Comunidad previa deliberación con su Gobierno y nunca antes de que haya transcurrido un año desde la última disolución del Parlamento. La otra opción permitida, según el reglamento de la Cámara, es que en un plazo de dos meses desde la primera sesión de investidura, tiempo en el que se podrían convocar ocho plenos, ningún candidato lograra la mayoría simple.