El líder opositor reivindica un papel más activo de España en su país al advertir que los españoles también están afectados por el «seísmo» de la inseguridad jurídica
11 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Suma cuarenta años dedicado a la política, pero no fue hasta el 2008 cuando Antonio Ledezma (San Juan de los Morros, Venezuela, 1955) fue elegido alcalde mayor de Caracas con el 52% de los votos para gobernar una urbe que, por población, estaría entre Roma y Madrid. Hoy es el adalid de la oposición a Hugo Chávez, algo que le sale caro. El presidente venezolano no solo se resistió a reconocer su cargo, sino que creó por decreto otra alcaldía paralela, la Autoridad Única del Distrito Capital, a la que traspasó buena parte de las competencias, recursos e incluso el propio despacho de Ledezma.
-¿Ha recuperado la sede de la alcaldía y su despacho?
-No, pero he ganado más solidaridad, más afecto, que me ha fortalecido como alcalde elegido en las urnas tras sufrir el regateo de los recursos que nos han arrebatado desde que el pueblo me ungió como alcalde metropolitano de Caracas.
-Alcalde, pero sin mando...
-Hemos sufrido un vaciamiento. El presupuesto fue reducido a un 0,5% de lo que nos correspondería y también hemos sido víctimas de un asalto de competencias, de leyes promovidas a contrapelo de la Constitución para arrebatarnos el control de los bomberos, las escuelas, los hospitales. Y no se detienen ahí, sino que van a por otras gobernaciones y alcaldías del país.
-¿De qué modo?
-El presidente Chávez aprueba a la carrera unas leyes para crear las comunas e invadir competencias de los gobernadores y alcaldes. Ya le quitaron la administración de los puertos y entraron por la fuerza en hospitales, en lo que fue una seguidilla de sucesos bochornosos que a uno, a veces, le es incómodo relatar porque podría pensarse que venimos aquí a exagerar.
-¿Qué relación tiene con los gallegos de Venezuela?
-Cordial, de toda la vida. Es una relación extraordinaria, porque he sido visitante de la Hermandad Gallega desde hace años.
-Expropiaciones, amenazas, secuestros, ¿no cree que Chávez se está ensañando especialmente con los gallegos?
-La inestabilidad y la inseguridad jurídica es un seísmo que sacude a todos los venezolanos, nadie escapa, ni los gallegos, ni los canarios o libaneses. Todos estamos expuestos a sufrir estos vapores, porque el presidente quiere manejar el país como quien maneja una bodega, sin que prevalezca el Estado de derecho.
-Pero los secuestros y asesinatos de emigrantes gallegos se cuentan ya por decenas.
-Inseguridad la hay en todas las partes del mundo, pero desde que Chávez llegó al poder en Venezuela se ha hecho apología de la violencia contra los gallegos, y no solo contra los gallegos, sino contra los emprendedores y propietarios. A las pocas horas de asumir el poder, justificó que alguien podía matar o robar si era por la necesidad de una persona. Hizo apología del delito, ha estimulado las invasiones de fincas, de bienes.