Los lobos atacan en Burela

María Cuadrado Fernández
maría cuadrado VIVEIRO / LA VOZ

GALICIA

PEPA LOSADA

Hirieron a un toro que pastaba a unos cien metros de un área recreativa

10 ene 2012 . Actualizado a las 11:38 h.

Los ataques de lobos al ganado en primera línea de costa han activado las alarmas entre ganaderos y vecinos. A muchos kilómetros de la sierra de Meira o de la montaña lucense, el último incidente protagonizado por un lobo en A Mariña tuvo lugar la noche del domingo. Ocurrió en un concello eminentemente urbano como es Burela, donde uno o varios lobos intentaron atacar a unas quince vacas que pastaban en el monte vecinal. El más perjudicado fue el toro que vela por el rebaño, un animal de cuatro años y de unos 600 kilos de peso, que presentaba ayer numerosas heridas en varias partes del cuerpo.

Lo más llamativo es que el ataque se registró a unos cien metros de la zona de acampada del área recreativa Monte Castelo, un espacio muy frecuentado por senderistas y lugar que asegura la mejor panorámica de Burela. Desde donde pastan las vacas se ven las barbacoas y a un par de kilómetros está el cementerio.

El ganadero Juan Pernas está convencido de que la presencia del toro y que todo el ganado estuviese concentrado disuadieron al animal de lanzarse directamente a por una de las vacas. «Cada vez hai máis lobos e buscan alimento», aclara Pernas, que insta a la Xunta a implicarse para buscar una solución.

Cerca de las casas

La presencia de lobos junto a viviendas alerta a los vecinos y causa impotencia entre los ganaderos, que afirman que en los últimos dos años los ataques se han disparado. Los potros y los terneros son las presas más fáciles, pero no las únicas. Xusto Rega sabe que cuando deje de administrar antibióticos a una de sus vacas, esta morirá. Fue atacada hace quince días en un monte de Rúa (Cervo), a menos de ocho kilómetros del mirador de Burela. El lobo le arrancó parte de la carne de una de las patas traseras provocándole una herida de la que no se recuperará, según el ganadero, que aún espera que le indemnicen por la muerte de un potro hace tres meses. Ocurrió en un monte cerrado, y esta vaca se suma a la relación de las últimas víctimas: cinco caballos en diciembre, un perro de caza extraviado, varias ovejas...

«Hai que buscar unha solución porque cada

vez hai máis e

buscan alimento»

«Hainos no monte ao longo de toda

a franxa costeira, desde Viveiro

a Burela»