Detenida en Jaca una joven coruñesa por denunciar el falso asesinato de su marido
GALICIA
A la joven, que no estaba casada, se le ocurrió gastar una macabra broma a la policía.
14 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Ni estaba casada ni mucho menos asesinó a marido alguno. Solo estaba en Jaca pasando unos días con dos amigas y se le ocurrió gastar una broma macabra. Dice la policía que cogió el móvil y dijo: «Acabo de asesinar a mi marido». Y colgó. Sobra explicar la que se armó. Toda la policía de la ciudad oscense se echó a la calle. Nada. Investigaron quién era el titular del móvil desde el que se llamó al 091 y resultó ser un vecino de A Coruña. Contactaron con él y les explicó que ese teléfono lo paga él, pero que se lo dejó a su hija, que estaba pasando unos días en Jaca. Y así fue como cayó. La detuvieron y le imputaron un supuesto delito de denuncia falsa. Se investiga ahora si la que hizo la llamada fue ella u otra persona que le cogió el móvil, cosa de la que los agentes de la comunidad aragonesa «dudan mucho».
Ocurrió la semana pasada y a la policía lo que más le molestó no fue la denuncia falsa, sino todo el trabajo que les dio. Solo imaginar el despliegue en una ciudad tranquila, próxima a los Pirineos, «donde nunca pasa nada», según cuentan fuentes de aquella jefatura, da cuenta del enfado que hay en aquella urbe en la que los turistas van más en invierno que en verano. La joven coruñesa era una de tantos.
Nada más escucharse la llamada en la sala del 091 de la jefatura de Jaca se inició un operativo. Primero había que localizar el lugar desde el que se realizó la llamada, pues una vez que se anunció el falso asesinato el móvil fue apagado. Se logró acotar la zona. No sirvió de nada. Por allí no había ni cadáver de marido ni asesina alguna. Mientras varios agentes buscaron por debajo de las piedras, otros se dedicaron a seguir el rastro del móvil. Les llevó a A Coruña, al domicilio de un vecino de esta localidad que figuraba como titular. Lo primero que pensaron es que este hombre podría ser la víctima. Así que dos agentes de A Coruña se personaron en su domicilio y comprobaron que estaba vivo y muy tranquilo. Le preguntaron por su teléfono y les contó que lo tenía su hija, que se lo había prestado para viajar con unas amigas a Jaca. Al fin destaparon el entuerto. Preguntaron dónde se alojaba y localizaron a la joven.
La investigación se centra ahora en si fue ella o alguien que le quitó el teléfono para hacer daño. Si es así, la faena es colosal, pues parte de sus vacaciones las tuvo que pasar en una comisaría acusada de un delito que se castiga con cárcel.
Obligó a decenas de policías a echarse a la calle en busca de un homicidio