La búsqueda a mil pies de altura

María Vidal Míguez
maría vidal A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

La Voz sobrevuela el operativo que intenta localizar a los desaparecidos

31 ene 2012 . Actualizado a las 11:49 h.

Desde el aire se percibe normalidad. La normalidad de una ciudad como A Coruña en un día de enero. Los habituales atascos en Alfonso Molina, en la ronda de Outeiro o en Juan Flórez. Sin embargo, al sobrevolar la ensenada del Orzán, el amplio dispositivo instalado en la coraza es la mejor señal de que algo pasa y de que dos familias todavía continúan esperando noticias del mar. Porque una vez más, y ya van cuatro, la jornada se saldó sin novedades. Alrededor de las cinco de la tarde, un bulto sospechoso en las inmediaciones de la cetárea hizo disparar de nuevo las alarmas. A pesar de que las posibilidades de que los cuerpos todavía estén en la bahía son «mínimas», el jefe de Bomberos, Carlos García Touriñán, señaló que hay que aprovechar todas las informaciones que siguen llegando. Un helicóptero sobrevoló la zona sin éxito.

Por primera vez en cuatro días el mar estaba ayer como un plato en la playa del Orzán. Al sobrevolar la zona a mil pies de altura, se podía distinguir con precisión el fondo de la bahía en la parte más próxima al arenal. En las zonas rocosas las olas no se levantaban como días atrás. Pero la tregua marítima no se va a prolongar mucho. Hoy se espera la llegada de un temporal que condicionará el operativo de búsqueda. Sin embargo, lo que a priori puede resultar negativo para el despliegue de medios puede ser favorable para que el mar vuelva a arrastrar los cuerpos hasta la bahía. «Mañana -por hoy- hay más posibilidades y el miércoles todavía más, porque el tiempo empeora. La bahía está muy batida a día de hoy, pero esto no es como el monte, que lo peinas una vez y ya está, aquí pueden aparecer donde ya miraste», explica García Touriñán.

Con las carpas de Protección Civil en el horizonte, numerosas embarcaciones recorren una y otra vez la línea que une las islas Sisargas hasta el cabo Prior dejando numerosas estelas sobre el océano. Otras van de fuera a dentro. Otras se aproximan a las rocas del Millenium, donde apareció el primer cadáver a primera hora del viernes. Incluso una moto acuática se adentra, más de lo habitual para este tipo de equipos, en el Atlántico con la esperanza de localizar cualquier rastro.

La expectación que está generando el dispositivo de rescate es tal, que pesqueros que se encuentran faenando por la zona se aproximan lo que pueden para dar fe de lo que está sucediendo. Mientras, en el aeropuerto de Alvedro el helicóptero de Salvamento Marítimo aprovechaba para repostar. Por aire, la situación está cubierta. Cuatro helicópteros, el de Tráfico, Policía Nacional, Guardia Civil y Helimer, se las apañan para estar siempre presentes en el aire. Por tierra, aunque no se percibe a mil pies de altura, se intuye. Bomberos en las zonas acantiladas, Protección Civil en las zonas más altas, y Policía Nacional y Local donde se requiera su ayuda. No se ahorra ningún esfuerzo.