«Tres tíos contra una ciega me parece el colmo de la cobardía»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La mujer volvió ayer al trabajo en la ONCE con su perro guía, «Asia»

03 feb 2012 . Actualizado a las 12:05 h.

Margarita Magdalena, Marga, atendía ayer a dos clientas a las 13.50 horas en su quiosco de la plaza de España con Gran Vía, en Vigo, donde vende cupones de la ONCE. Llevaba puestas las gafas negras y se disponía a marcharse junto a su perro guía, de nombre Asia. Toda la mañana, Margarita Magdalena estuvo asediada por las cámaras de televisión y también por la prensa. El asunto no era para menos: el miércoles, esta invidente capturó a dos de los tres ladrones que le robaron el bolso. No obstante, al día siguiente volvió al trabajo y a la normalidad.

-¿Cómo ocurrió el robo?

-Yo iba por la acera de la carretera Provincial [a 500 metros de su quiosco] y uno de ellos me dio un tirón. Los testigos lo vieron desde un bar y grité. Allí todo el mundo me conoce porque vivo cerca, por lo que salió la gente en mi ayuda.

-¿Cómo capturó a los dos asaltantes?

-Dos de ellos se pararon delante de mí, como si se quedaran petrificados. Noté su presencia y los agarré a los dos.

-¿Cómo sabe que eran ellos?

-Sé lo que pasó, ellos venían pegados a mí y solo uno de los tres se escapó corriendo.

-¿Usted puede ver?

-[Se quita las gafas y sus ojos vagan] Es cierto que tengo una importante deficiencia visual, pero el resto de mis sentidos no me fallan. Eran ellos dos porque los tenía allí mismo, pegados a mí, y por lo que dicen los testigos.

-¿Los conoce?

-Sí, los conocía de hace tiempo, alguno de ellos es del barrio. Más tarde oí su voz y, sin duda, uno vivió aquí hace años.

-¿No tuvo miedo?

-Más bien, me puse furiosa [abre los ojos]. Me parecieron unos cobardes y se lo dije. Ya está mal lo que hacen, pero encima ir tres tíos contra una ciega me parece el colmo de la cobardía.

-¿Qué le robaron?

-Dinero en efectivo que pertenece a la empresa, no voy a decir la cantidad, pero sí que era significativa. Además, unos cupones que tenía que entregar. Confío en que las autoridades recuperen las pertenencias y pillen al que falta.

-Puesto que usted hace el mismo recorrido, ¿sospecha que la venían siguiendo?

-Sí. Ellos venían callados pegados a mí para que no los oyese, por lo que no me di cuenta de su presencia. No tenía ni idea de lo que me iban a hacer. Pero la persona que los vio dice que ellos me esperaron y me fueron siguiendo varios metros.

-¿Ha recibido apoyos de sus clientes y vecinos?

-Sí, la gente se ha volcado conmigo. Aún sigo enfadada por todo esto.

La vendedora recoge la correa de Asia y se marcha.

margarita magdalena vendedora invidente que capturó a dos ladrones